

Por Miguel Camín
1. QUINQUÉ.- En el Noreste aparece una nota dando cuenta de “madres de familia” que se sumarán a la marcha de protesta que se viene cocinando contra el funcionamiento del complejo termoeléctrico Adolfo López Mateos. Acompaña la notita una foto de quienes supongo son las “madres de familia”. La reportera olvida un pequeño detalle, cuya omisión, supongo, es parte del aprendizaje de la licenciatura en periodismo en línea que cursó: no informa de los nombres de las susodichas protestadoras; es decir, le vale pito identificar a sus entrevistadas. A mí me hubiese interesado llamarlas por sus nombres. Decirles a esta damitas preocuponas, que si lo suyo no es una calentura rebelde pasajera y de veras, de veras desean interesadamente contribuir a reducir los niveles de contaminación y colocar su granito de arena en el esfuerzo mundial por disminuir el calentamiento global, cancelen el uso de la energía eléctrica en sus casas por unas semanas este verano, desconecten la tevé, el refri, el aire acondicionado y alumbren sus ojitos y los de sus familias con un quinqué. A poco pensaban que se puede mamar y dar de topes.
2. OPORTUNISTAS.- El mismo coro que clama rebeldía contra la Termo, se engrosa ahora con los ingresos del locuaz alcalde Juan Ramón Gánem y el chiflado diputado local José Mancha. Ambos comparten fobias y filias, desde aquel mediodía de principios del 2003 en Jalapa, cuando juntos se apersonaron en la PGJ del estado para denunciar al alcalde en turno, y se la pellizcaron. Ahora juntan sus anillos justicieros a favor de la salud pública tuxpeña y municipios vecinos, amenazada por la polución permanente que emite la Termo. A estos atolondrados personajes de la política aldeana les gusta el billete fácil: el Pri y el Pan los parieron y la ambición los juntó. Unidos nada han hecho por este pueblo, salvo medrar con sus votos. En sus hogares han de consumir gas y luz hasta la chingada, como si el uso de estos combustibles no generara contaminación. ¿Pues dónde creen –estos chorlitos— que proviene la energía que hace más confortable la vida suya y la de sus familias? De una termoeléctrica por supuesto. Sea esta u otra.
3. ENFERMA.- La Calumnia Tuxpeña enfermó de gravedad. Esa descafeinada columnilla de apellido Tuxpeña venía con habitual gusto sobándole el lomo a cuanto rapaz funcionario le llegaba al precio. Hace unos días ofreció síntomas de desvarío. Se atrevió a morder con insuperable ironía: dijo –con precisión de relojero-- que si Juan Ramón no pudo cerrar ese vulgar tugurio de la Taberna que le da empleo a unos cinco gatos, por dónde clausurar el complejo productor de energía Adolfo López Mateos que sostiene a unos 500 changos. Una estrellita para La Calumnia Tuxpeña, por un día dejó de ser piruja.
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