ENVIADO A VAXTUXPAN...La letra desobediente
Braulio Peralta
Un pueblo en vilo repite su desgracia junto al ingenio de la gente para no morir en su tragedia. Ni los siglos de paciencia, valor, fe y recursos naturales nos salvan de políticos que lucran para su provecho, contra gente esperanzada sin arrojo civil para apartar a los saqueadores del poder.
Llegué a la Ciudad de México de un pueblo, una “pequeña ciudad” que ha vivido sumida en la rapiña de gobiernos municipales que sólo han aprendido a lucrar para hacerse más ricos y dejar a Tuxpan, Veracruz, peor de cómo estaba. (Un solo ex presidente, el priista doctor Zapata, ha llegado a la cárcel, por corrupto).
Al actual mandatario le llaman Juan Ratón (Juan Ramón Gánem), por aquello de trabajar para sí antes que los intereses comunes. Priista por oportunista, él y su familia no hacen lo que desde el gobierno veracruzano de Fidel Herrera dice del último puerto del estado: es un arma estratégica para su partido, el PRI.
La remodelación del malecón tuxpeño no aguantaría una auditoría de los priistas que hablan de su honradez de aquí en adelante. Nepotismo vil: la gente señala a Julieta Sánchez de Gánem, otorgadora de servicios de reconstrucción del bulevar que a nadie convence por su ornamentación, que dejó sin terminar, y que con los primeros ciclones quedará destruido. Le llaman “el muro de la vergüenza”. Hace por lo menos 25 años se anunció un malecón del puerto al mar, que ningún gobierno municipal concluye. Bulevar convertido en un cantinero público que aleja a quienes desean conocer la belleza del lugar (el primo es el encargado de Turismo).
Antes primero en limpieza pública del estado, Tuxpan hoy ocupa los últimos lugares (las barredoras ni existen); una “ciudad” sin planta potabilizadora que en época de lluvias hace a la región presa de infecciones sin que el servicio sanitario se de a basto. Agua con lodo, directo a las casas. O como el caso de Cristina Reyes que desde 2007 espera ser operada por el Hospital Civil por bolas en senos; “hay peores casos que atender”, le dicen. O el dengue que se viene con las lluvias y las inundaciones en colonias como Infonavit Canaco, que en 20 años sufre sus inclemencias sin que el municipio haga nada por ellos. ¿Dónde están los 578 millones de pesos que otorgó el estado?
“Un Nueva York chiquito”, prometió un exalcalde. Es el PRI por el que votaron los mexicanos. Ji,ji.ji.
braulio.peralta@milenio.com
Braulio Peralta
Un pueblo en vilo repite su desgracia junto al ingenio de la gente para no morir en su tragedia. Ni los siglos de paciencia, valor, fe y recursos naturales nos salvan de políticos que lucran para su provecho, contra gente esperanzada sin arrojo civil para apartar a los saqueadores del poder.
Llegué a la Ciudad de México de un pueblo, una “pequeña ciudad” que ha vivido sumida en la rapiña de gobiernos municipales que sólo han aprendido a lucrar para hacerse más ricos y dejar a Tuxpan, Veracruz, peor de cómo estaba. (Un solo ex presidente, el priista doctor Zapata, ha llegado a la cárcel, por corrupto).
Al actual mandatario le llaman Juan Ratón (Juan Ramón Gánem), por aquello de trabajar para sí antes que los intereses comunes. Priista por oportunista, él y su familia no hacen lo que desde el gobierno veracruzano de Fidel Herrera dice del último puerto del estado: es un arma estratégica para su partido, el PRI.
La remodelación del malecón tuxpeño no aguantaría una auditoría de los priistas que hablan de su honradez de aquí en adelante. Nepotismo vil: la gente señala a Julieta Sánchez de Gánem, otorgadora de servicios de reconstrucción del bulevar que a nadie convence por su ornamentación, que dejó sin terminar, y que con los primeros ciclones quedará destruido. Le llaman “el muro de la vergüenza”. Hace por lo menos 25 años se anunció un malecón del puerto al mar, que ningún gobierno municipal concluye. Bulevar convertido en un cantinero público que aleja a quienes desean conocer la belleza del lugar (el primo es el encargado de Turismo).
Antes primero en limpieza pública del estado, Tuxpan hoy ocupa los últimos lugares (las barredoras ni existen); una “ciudad” sin planta potabilizadora que en época de lluvias hace a la región presa de infecciones sin que el servicio sanitario se de a basto. Agua con lodo, directo a las casas. O como el caso de Cristina Reyes que desde 2007 espera ser operada por el Hospital Civil por bolas en senos; “hay peores casos que atender”, le dicen. O el dengue que se viene con las lluvias y las inundaciones en colonias como Infonavit Canaco, que en 20 años sufre sus inclemencias sin que el municipio haga nada por ellos. ¿Dónde están los 578 millones de pesos que otorgó el estado?
“Un Nueva York chiquito”, prometió un exalcalde. Es el PRI por el que votaron los mexicanos. Ji,ji.ji.
braulio.peralta@milenio.com
3 comentarios:
No es solo asunto de un Partido es asunto de la complejas redes de corrupcion , compadrazgo,amiguizmo,padrinismo, y todos los ismos que puedan adaptarse.
Del Presiente Municipal Flojeras realmente no vi nada de nada en obra Publica y eso que ese Camaleonico personaje que cambia igual de un color Azul Pannista a un Rojo Fidelista
Coincido con el comentario anterior, el PRI no es el único responsable. Aunque quizá si sea el primero. Esto incluso a nivel País. Sin embargo el PAN también tuvo ya su oportunidad, dos administraciones seguidas antes de la de Juan Ratón; la primera no tan cuestionable como la de Gero y su pandilla. Creo que no es un asunto de partidos, es un asunto de falta de honestidad por parte de los que han sido nuestros gobernantes municipales; por un lado y por otro la falta de “arrojo civil para apartar a los saqueadores del poder” (tomando prestadas las palabras tan acertadas del Sr. Braulio Peralta) de parte de nosotros los ciudadanos.
Tienen razón todos los demas comentarios, no tiene nada que ver el partido, es la persona, los demas gobiernos panistas y perrredistas han estado de la patada, miren como esta el pais, corrupcion, delincuencia, pobreza, y es culpa del pan? obvio que que no son los gobernantes, fox ya ni se diga
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