Por Fernando Morales Rocha
No fue uno ni dos ni tres años los que viajamos juntos de Tuxpan al DF y del DF a Tuxpan cada fin de semana… fueron muchos años.
Compartimos con el gordo Pancardo gratos momentos de camaradería. Muchos eran los temas que abordábamos. Tuxpan y su desarrollo (hasta ahora proscrito) era su más encendido tema de conversación. Su afición al América, su pasión… su amada familia su orgullo (muchos planes tenía). Y su trabajo en ICA-Flour, toda su capacidad, lealtad y honestidad… a toda prueba.
Nacho, varón cabal, probo, íntegro, congruente y valiente; buen hijo, buen esposo, padre ejemplar; ingeniero, profesionista capaz y eficiente, pero sobre todo un gran amigo… Mi Gran Amigo Nacho.
… los hijos son la extensión de uno mismo; por lo que Nacho no sólo seguirá viviendo en la memoria de su familia y de los que le estimamos entrañablemente; sino que perdurará a través de las vidas de sus dos hijos.
Nacho, Amigo, éste, no es más que un hasta luego, es sólo un breve adiós…
Es mi oración al Padre celestial por pronto consuelo y fortaleza para su apreciable familia. Ruego al Padre celestial que envíe su Espíritu Santo consolador a enjugar toda lágrima… mis más altas consideraciones, todo mi respecto y mi afecto… y la misma fidelidad de amistad con la que Nacho me distinguió.
Descanse en paz: Ignacio Cruz Romo
No fue uno ni dos ni tres años los que viajamos juntos de Tuxpan al DF y del DF a Tuxpan cada fin de semana… fueron muchos años.
Compartimos con el gordo Pancardo gratos momentos de camaradería. Muchos eran los temas que abordábamos. Tuxpan y su desarrollo (hasta ahora proscrito) era su más encendido tema de conversación. Su afición al América, su pasión… su amada familia su orgullo (muchos planes tenía). Y su trabajo en ICA-Flour, toda su capacidad, lealtad y honestidad… a toda prueba.
Nacho, varón cabal, probo, íntegro, congruente y valiente; buen hijo, buen esposo, padre ejemplar; ingeniero, profesionista capaz y eficiente, pero sobre todo un gran amigo… Mi Gran Amigo Nacho.
… los hijos son la extensión de uno mismo; por lo que Nacho no sólo seguirá viviendo en la memoria de su familia y de los que le estimamos entrañablemente; sino que perdurará a través de las vidas de sus dos hijos.
Nacho, Amigo, éste, no es más que un hasta luego, es sólo un breve adiós…
Es mi oración al Padre celestial por pronto consuelo y fortaleza para su apreciable familia. Ruego al Padre celestial que envíe su Espíritu Santo consolador a enjugar toda lágrima… mis más altas consideraciones, todo mi respecto y mi afecto… y la misma fidelidad de amistad con la que Nacho me distinguió.
Descanse en paz: Ignacio Cruz Romo
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