jueves, 13 de septiembre de 2007

ANTE LA DESGRACIA, EL IMSS NO RESPONDE




Por Orlando Segura Hervert.

El accidente provocado por manejar de manera imprudente y a alta velocidad, sacó a la luz la falta de solidaridad del Instituto Mexicano del Seguro Social, los hechos ocurridos este martes durante la noche y en la que una unidad de “Autobuses Alamo S.A de C. V. se impactó y salió de la carretera Tuxpan – Tamiahua, pusieron al descubierto la ausencia de coordinación de varias dependencias, los acontecimientos así lo demuestran.
Ante la gravedad del incidente, ocurrido aproximadamente a las 7:30 de la noche, Protección Civil hizo las llamadas de rigor pidiendo las ambulancias de diversas instancias, ISSSTE, Sector Naval, Cruz Roja, inclusive varias patrullas acudieron de inmediato, durante aproximadamente una hora, por la avenida las Américas, pasaron los automotores con las sirenas a su máxima intensidad.
Casi todos colaboraron con lo que pudieron, sin embargo, al pedir el auxilio a los encargados del IMSS, les respondieron que no podían cumplir con el encargo, que esa no era su función, que con ellos no contaran, en fin, mostraron el cobre y la carencia de sensibilidad ante una situación de enorme magnitud. Así las cosas, la ambulancia nunca llegó, no la proporcionaron porque el director nunca se le localizó, no hubo ningún funcionario de mando medio ó alto, que resolviera tal situación.
De acuerdo con la versión recabada por los reporteros de este medio, hubo heridos, mutilados, algunos al borde de la muerte; la situación ameritaba que todas las instancias pusieran su granito de arena ante la adversidad.
Este caso pone a prueba a todas las instituciones dedicadas a la salud, a la protección de la sociedad, en términos generales, respondieron adecuadamente, pero una fue la mosca en la sopa.
Ahora bien, que hubiera pasado si se hubiera dado una explosión en PEMEX, la termoeléctrica “Adolfo López Mateos” o la Central Ciclo Combinado o la planta Termigas, entonces si estaríamos en aprietos porque alguna institución se le ocurre quedarse con los brazos cruzados ante la contingencia planteada.
El asunto puede ser menor, pero no lo es; porque Tuxpan es una zona de riesgo por las instalaciones que se han construido en la localidad, luego entonces las autoridades civiles, municipales, estatales y federales, deben sumar esfuerzos ante cualquier eventualidad que afecte o ponga en riesgo a la población. Hay que pensar en el futuro y a largo plazo, de lo contrario estamos condenados a sufrir las consecuencias de la impericia e irresponsabilidad.

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