martes, 18 de septiembre de 2007

TUXPAN MEJOR. PROYECTO DE GRAN VISION



Por Fernando Morales R.
parte III

PROLEGÓMENO
Fue en enero de 1996 cuando el periódico Reforma publicó lo que un grupo de expertos nacionales e internacionales en distintas disciplinas ayudó a concebir, los cuatro escenarios más factibles a los que se enfrentarían los mexicanos en el curso de la próxima ola larga de su historia nacional para responder a la pregunta básica: ¿Cómo será México en el año 2020?
Con base en sus conceptos generales se hicieron cuatro escenarios específicos y se les simuló en un modelo llamado “Pro-Mex2” (prospectiva de México), para que nos demos una idea, a dónde pueden llevar al país las decisiones que nos hagan transitar por distintos senderos.
La realidad de México en el año 2020, coinciden los expertos, probablemente tendrá elementos de los cuatro escenarios, pero la mezcla de esos elementos determinará si el país en su segundo centenario se acerca más a la prosperidad o al desastre.

A MANERA DE INTRODUCCIÓN
Chuck Yager, piloto de combate en la Segunda guerra mundial lograba ver a gran distancia aviones enemigos. Eso le daba para escoger su táctica de ataque o de defensa.
Bobby Fischer, otrora, campeón mundial de ajedrez, tenía la capacidad de proyectar decenas de movimientos futuros a partir de una jugada de su adversario, y podía con esto, planear las propias, neutralizando posibles derrotas.
Ambos tenían un don: el de la anticipación. En el mundo actual de constantes cambios y violentos choques, resulta necesario más que nunca, anticipar las situaciones que ciertamente afectarán positiva o negativamente nuestras vidas.

EL FUTURO SERÁ EL RESULTADO, DE LO QUE HAGAMOS HOY O DEJEMOS DE HACER
Lo único cierto del incierto futuro de México, es que llegará.
En el año 2010 se cumplirá el segundo centenario del país como nación y en el 2020 el mexicano o la mexicana que haya nacido en el minuto uno de este 1996 cumplirá 25 años.
Ante la incertidumbre que rige nuestras vidas en lo privado y en lo colectivo pensar en el futuro suena a ejercicio vano. Más no lo es.
En todo caso, representaría un ejercicio de imaginación y de libertad. La disciplina de construir escenarios invita a un análisis inteligente de lo que puede significar mañana nuestras decisiones y acciones de hoy. Además, subraya el principio de libertad de elección.
Recurrir a la conformación de escenarios no implica tratar de adivinar lo que depara la vida, sino simplemente, como apuntó Antonio Manso, pionero de los estudios prospectivos en México, se buscaría subrayar las grandes fuerzas que empujan el futuro o los futuros para ser más precisos en distintas direcciones.
Juan Manuel Huerta socio de Prospective de México y autor de varios modelos matemáticos de prospectiva, incluyendo uno sobre México que ha sido usado entre otros por el Pentágono de los Estados Unidos, permitiría esencialmente en un país como México, diseñar estrategias personales y colectivas, tanto para evitar escollos futuros, como para sacar ventaja de las oportunidades.
Para Peter Schwartz considerado como uno de los expertos a nivel internacional en el tema de la teoría de los escenarios, éstos tienen como finalidad sacar a la superficie las fuerzas más importantes que impulsarían al futuro hacia una u otra dirección, para que, si se concretan, los individuos puedan cuando memos ser capaces de reconocerlas y su vida no se vea marcada por la sorpresa continua y el sentimiento de indefensión ante lo desconocido.
… no somos nada más producto de nuestras circunstancias sino también, y sobre todo, de nuestras elecciones.
Los escenarios nos recuerdan que lo que hagamos o no hagamos hoy tendrá consecuencias mañana.

MATRIZ
Los cuatro escenarios se colocaron en una matriz de dos ejes, el vertical responde a la pregunta ¿país con más instituciones y ley o país con más poderes informales en lo económico, lo político y lo social?, el horizontal corre desde el beneficio individual a la derecha, hacia beneficio colectivo a la izquierda.

Escenario 1 “Un rincón cerca del cielo”
Es ahora o nunca. Este es el escenario en el que como nación los mexicanos con la suma de sus actos eligieron en 1996 escapar a un futuro de más o peor de lo mismo y construir en cambio uno de nuevas reglas de convivencia formal, dejaron atrás el sálvese quién pueda.
La alimentación, la educación y el empleo se respaldan con hechos:
1) Reducción de hasta 50% en las tasas de fecundidad (la población de todas maneras llega a 121 millones en el año 2020);
2) Inversión pública y privada en infraestructura hidráulica de cuando menos 5 mil millones de dólares anuales;
3) Política industrial para continuar con la base exportadora, pero alimentando también empresas destinadas a la producción del mercado local con lo cual el empleo crece hasta el 85% de la PEA (población económicamente activa) en el 2020.
Para construir un rincón cerca del cielo fue indispensable que los actores nacionales se organizaron para montar hábilmente la próxima ola larga de la vida de la nación mexicana, en lugar de ser revolcados por ella.
Se podría decir que la prueba la tienen los mexicanos en otras latitudes como Chile, España, Portugal, Sudáfrica ¿acaso será menos difícil desmantelar las dictaduras de Pinochet y Franco, y el apartheid en Sudáfrica que modificar las relaciones entre los diversos agentes políticos, económicos y sociales en México?
La refundación pasó por reconocer las diferencias internas y ejercer el liderazgo para atenderlas. Hay cuando menos tres Méxicos:
a).- Un norte tecnológicamente adelantado con vínculos exteriores sólidos, capaz de competir a nivel internacional;
b).- Un centro donde el sobredimensionamiento de la capital política tiñe toda actividad de concesión o negociación, y
c).- Un sur atrasado, empobrecido atávico, que reclama alzado en armas una justicia largamente denegada.
Simultáneamente a la democratización, el otro eje del escenario fue lograr un TLC interno, una especia de Comunidad Europea entre los mexicanos. Los consensos determinaron que para llegar al desarrollo anhelado era importante, básico, tanto para Nuevo León que Oaxaca, además de espléndidos pintores, tuviera tecnología suficiente para producir más maíz, más frijol, más turismo, sobre todo mucho más turismo para engrosar en empleo en el sector servicio y con ello proporcionar menor inmigración a las ciudades.
Importante no porque el centro lo dijera, sino porque en el debate alrededor del plebiscito sobre organización federal quedó en claro que la construcción de consensos se trataba de unir, de redefinir el valor de los pares, de fomentar el valor de la confianza más allá de lo inmediato, de la familia de la región. Lograr ese verdadero federalismo pasaba por fomentar la confianza entre los estados de la nación con un sentido nacionalista pero también, y sobre todo, netamente pragmático: el mercado interno importa, y mucho.
El tercer presupuesto de la apuesta a la convivencia de largo plazo entre los mexicanos pasó sin remedio por atender otro asunto de importancia nacional: el de la corrupción pública y privada.
Entre el fracaso y la autotransformación radical hubo un camino claro que alejó a la sociedad en su conjunto del abuso. No se pudieron esclarecer totalmente los crímenes de 1994, pero cuando menos si se hizo pública la investigación, se removió a funcionarios que la obstruyeron y se les prohibió ejercer cargos por lo menos, se estipularon condenas duras para infractores públicos y privados en cualquier negocio que implicara erogación del presupuesto nacional, y se exhortó a hacer públicos las declaraciones patrimoniales de cualquier ciudadano que así lo quisiera en una campaña nacional llamada “La corrupción no somos todos”.

Escenario 2 “Nosotros los pobres/Ustedes los ricos”
Aquí no pasa nada o mejor: pasa todo pero no pasa nada. El tema en los sectores público y privado es: “danos las próximas 24 horas para sobrevivir”.
Sin cambios de largo aliento se sortean los vendavales subrayando acuerdos de no agresión entre ciertas élites y exacerbando rasgos autoritaritarios frente a las masas.
La población crecerá hasta los 131 millones en el año 2020, pero los números esconden tremendas disparidades regionales: 6 niños por mujer en los estados del sur y menos de 2 en los del norte.
El estrato social, sin embargo, trasciende a las diferencias regionales. Es el México “del ganador se lleva todo”, y a lo largo de toda la república hay un corte del 80/20, una sociedad en la que el 20% vive cada vez mucho mejor y el 80% mucho peor.
Se concentra cada vez más no solo en la riqueza, sino también el ingreso.
La fuerza laboral experimenta un crecimiento marcado: de 60.5 millones en 1995 a 77.6 en el escenario del 2020. El empleo general crece un 11% de todas maneras, el empuje de un sector industrial exportador competitivo eleva el PIB nacional.
Los que no entran por la puerta de ese 11% se vuelcan a las calles a vender lo que sea o a pedir limosna.
La foto de la sociedad mexicana muestra una pirámide con un pico muy estrecho, los que se ubican dentro de ese margen tienen niveles de vida equivalentes a los de cualquier profesionista o empresario de un país desarrollado… o mejores, por los servicios profesionales que se pueden pagar en México como: niñeras, choferes y sirvientas, que no estarían disponibles con ingresos similares en un país con menos de disparidades.
No obstante que la competitividad del sector exportador se fortalecido con los años de experiencia, cojea en dos elementos claves: una permanente vulnerabilidad frente a factores externos y la falta de disponibilidad de personal adecuadamente capacitado.
La educación primaria, aunque con mayor demanda por crecimiento poblacional, permanece garantizada en todo el periodo pero la calidad no es óptima.
Las escuelas técnicas aumentan su matrícula pero como no hay en ningún nivel controles de calidad adecuados, la capacidad de los egresados de universidades y tecnológicos públicos en lo general no satisface las expectativas de los empleadores.
El México agresivamente exportador vive la contradicción de depender del exterior pero no poder influir en él. La recomposición accionaria de las empresas mexicanas es constante y muchas veces son compradas por capital internacional que deja a socios mexicanos en condición minoritaria. La paz social es precaria. Los bolsones de enorme prosperidad junto a la miseria crean un clima explosivo. Uno de los gastos personales y corporativos más altos es el de la seguridad. La insatisfacción de una creciente población de entre 15 y 29 años desempleada o subempleada se canaliza por la vía del delito.
En lo individual eso desemboca en una convivencia de ruleta rusa: solo se espera que no le toque a uno.

Escenario 3 “Mentiras piadosas”
Es el reino de la medianía. Medio nos va bien y medio nos mantenemos a flote, pero sin brillo, sin expectativas de mejora.
Bajo la ley del mínimo esfuerzo individual, mantenemos a flote un viejo barco colectivo.
Cansados de la montaña rusa del neoliberalismo, de las promesas de los políticos de abandonar la apertura económica se concretan, porque en las urnas avanzan los grupos que, van más allá de la línea partidista, asumen una retórica contra el capitalismo salvaje y a favor de un ideal de desarrollo más compartido.
La política se expresa en las urnas, aunque cada vez más adopta forma de asamblea, un grupo urbano o rural con voz.
En ese camino se crean, bancos para los pobres, especialmente para las mujeres pobres, y se subraya la idea del auto empleo.
Esto tiene un impacto en la tendencia del crecimiento demográfico porque la oportunidad económica prohíja una mayor inserción de la mujer en procesos productivos sobre todo de economía informal.
La población, sin embargo, llega a más de 120 millones en el año 2020.
La demanda alimentaria del país crece, pero se puede satisfacer porque el gobierno además del impuesto al activo comienza a cobrar otro del 20 por ciento al capital, su monto se usa para impulsar tecnología media en el campo. Como dijera alguna vez un presidente: “para que no haya tierra ociosa”
Entre las tres grandes ciudades del país, a los impuestos generales se les suma uno de costos ocultos. Ese representa el 18 por ciento de toda transacción realizada en Monterrey, ciudad de México y Guadalajara, y es usado para la gran campaña de: “mexicano, regresa a tus orígenes”, en la que se invita a dejar las ciudades.
Los pocos empleos que se crean son fuera de las 3 manchas urbanas.
La pulverización de la población hace que el gasto educativo se concentre en primaria y secundaria, niveles que se pueden satisfacer sin aspiraciones de calidad.
La educación superior se deja al sector privado por considerarla elitista somos un país “pobre”, los planteles públicos existentes se vuelven cada vez más conflictivos y menos vinculados con la planta productiva que sigue maquilando en México, pero más para un comercio intrafirma que para una cadena productiva que abarque a otras compañías.
Además, el discurso oficial no es especialmente cordial con el capital foráneo.
Son los “empresarios mexicanos nacionalistas” quienes el gobierno se encarga de que reciban las mejores oportunidades.
La relación con Estados Unidos se torna crecientemente ríspida pero no pasa de eso, no hay ruptura porque, a pesar de las presiones, el gobierno mexicano no cede, tiene tras de sí un sólido mandato no sólo de la gente sino de los factores reales del poder económico, político y social que vieron que en la apertura perdían demasiado y en un nuevo pacto de generales decidieron echar marcha atrás en esta apertura. Hay muchos menos sobresaltos que en los 20 años pasados. México vive pobre pero contento, la gran interrogante es ¿Por cuánto tiempo?

Escenario 4 “Los olvidados”
La pesadilla hecha realidad. Vencidos por la falta de creatividad y la inercia, los mexicanos van de crisis en crisis. Los que se quedaron en México, después de las olas de inmigración a todos los niveles que forzaron a movilizar varias divisiones del Ejercito estadounidense para tratar de sellar la frontera, logrando sólo expulsarlos a terceros países, sobreviven malamente entre una delincuencia más organizada que cualquier otro grupo social, y levantamientos populares.
A pesar de la diáspora de muchos de sus nacionales la población mexicana ha crecido en un 52 por ciento, rozando los 140 millones en el 2020. La inversión en obra pública fue mínima en el último cuarto de siglo. Los capitales foráneos y locales nunca recuperaron del todo la confianza después de la devaluación de 1994 y en los años siguientes de crecimiento económico nulo o mediocre.
Las empresas exportadores siguieron creciendo, pero cada vez tuvieron más problemas para reclutar cuadros medios y altos por la inseguridad en la ciudades de México, Monterrey y Guadalajara los hacían blancos de constantes secuestros y los separaba de sus familias porque la contaminación de las tres ciudades provoca en los niños de 0 a 4 años peligrosos niveles de plomo en la sangre.
Cuando menos en el caso de los trabajadores de cuello blanco no tienen que preocuparse por el raquitismo que ataco crecientemente a la población infantil de la Ciudad de México por la combinación del efecto de mayor exposición a rayos ultravioletas y falta de vitamina D.
Si ya no pueden inmigrar, dejar las ciudades se convierte en el sueño de muchos, hacerlo pocas veces se convierte en realidad. La relación empleo-población total crece solamente en un 1% en todo el periodo, al elevarse de 40% a 41% y los pocos que se forman están en las manchas urbanas.
Para caer en la desesperanza de un escenario como el de los olvidados tuvieron que continuar los asesinatos políticos.
El EZLN retomó el camino de las armas y se le unieron varias facciones en otros estados como Guerrero y Oaxaca, Querétaro y San Luís Potosí. Los enfrentamientos entre esas guerrillas y el ejército expulsaron del campo a decenas de miles de campesinos que emigraron a las ciudades.
La fragmentación terminó por exacerbar las diferencias regionales. La disputa por los recursos naturales, especialmente por el agua, explotó a partir de 1996 y no hubo liderazgo político a nivel federal o estatal para desactivar esa bomba de tiempo.
El centro intentó imponer por la vía de la fuerza algunas resoluciones, hubo resistencia civil y violencia. El gasto militar y la importancia del ejército crecieron en todo en periodo.
Se crearon cuerpos de élite tanto militares como policíacos para misiones especiales, desde el control de la resistencia civil, hasta el combate al narcotráfico. Sólo fue una manera de retrasar un poco la penetración de la corrupción, porque eventualmente esos cuerpos también se pusieron a las órdenes de los capos al ver que la autoridad civil se vinculaba con ellos en un cuadro que dio origen a un nuevo autoritarismo regional y subregional con sus respectivos caciques.
México no solo es vulnerable ante el crimen organizado a nivel internacional, sino que también está a merced de quienes producen alimento que en algunos años cortarán el suministro, por la combinación entre crecimiento demográfico y falta de generación de divisas.
El hambre produce alzamientos populares. Con la voluntad domada por lo agobios de la pobreza, la inseguridad y la falta de oportunidad el país baila al son que le toquen, y es presa fácil de divisionismos internos que podrían, incluso, llegar a poner en peligro el Pacto Federal.

ÚLTIMAS CONSIDERACIONES
¿Es la teoría de los escenarios un nombre largo y elegante para referirse a los adivinadores modernos?... el futuro no puede adivinarse; los escenarios no son sino una herramienta para navegar en un mundo en el que, lo único que está garantizado son las sorpresas.
Para México, según el autor de “La Ola larga”, un clásico sobre la teoría de la construcción de escenarios, se identifican tres elementos que habrán de producir una buena cuota de sorpresas en el plazo de los próximos 25 años, a saber:
1) El conflicto entre pobre y ricos;
2) La viabilidad o no del sistema político existente y
3) Si el país puede o no manejar su economía.
“Estoy moderadamente optimista”, comenta Peter Schwartz al enumerar estas fuerzas que a su juicio inciden en los escenarios mexicanos factibles entre ahora y el año 2020.
El optimismo para Schwartz sin embargo, se acerca mucho a lo que representa el carácter japonés para esa palabra: “tener suficientes retos como para darle sentido a la vida”. De acuerdo con su análisis, los tiene en abundancia:
En lo interno, los mexicanos tendremos que decidir el tipo de capitalismo a implementar. Las opciones están a la vista entre dos países: Estados Unidos y Alemania. El primero optó por un esquema ortodoxo en el cual la apertura a las reglas del mercado da grandes márgenes de éxito pero también de fracaso, el segundo, optó por un capitalismo más social con participación e influencia de los trabajadores.
En lo externo, el reto mayor que enfrenta el país es el futuro del Tratado Norteamericano de Libre comercio. Si finalmente despega y funciona mejor de lo que lo ha hecho en sus primeros dos años, o si ante la falta de crecimiento económico en México y las truncadas negociaciones para liberalizar el comercio en América Latina, el TLC se diluye dentro de un bloque comercial más amplio (APEC), que incluiría a México por estar en la cuenca del Pacifico, pero en el cual el país desempañaría necesariamente un papel menor.
A nivel de valores, la importancia está en que los mexicanos mantengamos sólidos lazos de familia pues esos, permiten pensar en términos de mejoras a través de distintas generaciones.
La base es redefinir también esos lazos para ampliarlos y darles un sentido comunitario, fomentando un espíritu de conexión que trascienda lo inmediato, y que incluya también una conexión con el medio ambiente. Esto es, en lo que en teoría de escenarios se denomina como conectar los proyectos personales o corporativos con un principio de responsabilidad más amplia donde se busque el avance de todos.
Las sorpresas nunca pueden evitarse, pero lo que si puede hacer México, con una nueva voluntad de percibir el presente es reconocer las fuerzas a su alrededor, hacerlas visibles para que, en el momento en que exploten, los líderes en cualquier ámbito de la vida sean capaces de reconocerlas en el peor de los casos y en el mejor, de incidir positivamente en ellas.
Finalmente decir, que todas estas consideraciones, son perfectamente aplicables a una zona, región o municipio y que nuestro futuro, el que les heredaremos a nuestros hijos, está en nuestras manos, depende de lo que hoy hagamos o dejemos de hacer
Para el proyecto de Gran Visión “Tuxpan Mejor”, Fernando Morales Rocha.

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