Por Orlando Segura Hervert.
osh_prd@hotmail.com
Contrario a lo que se diga, hay padres de familia que se preocupan por la formación de sus hijos, hay un sector que exige y reclama responsabilidad y para ello cuestionan la continua suspensión de clases, señalan, que sería de ciudades como Chicago, Delicias Chihuahua, países como Inglaterra, Suecia, las naciones del Artico, si por un simple temporal se decretara la inactividad total.
Aunque reconocen la intención de las autoridades estatales, la sobreprotección genera estatismo, desgano, flogera, apatía, conformismo; mencionan que el martes y miércoles en nuestro municipio no pasó nada, no hubo ningún contratiempo, no hubo razón alguna para interrumpir el ciclo escolar. Luego, también critican que mientras el Estado llamaba a no acudir a las aulas, Javier Benitez Ponce decía lo contrario, por lo menos que se pongan de acuerdo.
Hay quienes se atrevieron a descalificar la medida, al indicar que el priismo en el poder, lo que quiere es votantes cautivos en el sector juvenil; afirmaron, no se vale, se derrochan recursos valiosos y no lo vamos a recuperar aunque se destinen los sábados y domingos como días hábiles.
Hasta los paleteros dijeron que pierden con las inclemencias del tiempo y con la ausencia de los infantes y jóvenes, ellos cuando asisten a los centros escolares, pues de “pasadita” vienen y compran un helado, un agua o una paleta.
Los comentarios de los taxistas también se sumaron al mundo de la inconformidad, afirmaron que al no acudir ese sector a los planteles, pues disminuyen sus ingresos y aquí en el Taxi, llueva o truene hay que llevar el gasto, pagar la cuota, si sufre descompostura mecánica, estamos obligados a trasladar la unidad al servicio.
La Sra. Patricia, con hijos en el Jardín de Niños en el nivel preescolar (particular), mostró su desacuerdo al escuchar las instrucciones dictadas desde Xalapa, en ese instante aparecía un comentarista dando a conocer la noticia, al oír esto, protestó moviendo la cabeza y puso cara de puchero: “Imagínate al sur de Argentina, no habría ni casas, ni comercio, ni industrias, ni circulación vehicular, ni nada, yo creo que estamos mal”
osh_prd@hotmail.com
Contrario a lo que se diga, hay padres de familia que se preocupan por la formación de sus hijos, hay un sector que exige y reclama responsabilidad y para ello cuestionan la continua suspensión de clases, señalan, que sería de ciudades como Chicago, Delicias Chihuahua, países como Inglaterra, Suecia, las naciones del Artico, si por un simple temporal se decretara la inactividad total.
Aunque reconocen la intención de las autoridades estatales, la sobreprotección genera estatismo, desgano, flogera, apatía, conformismo; mencionan que el martes y miércoles en nuestro municipio no pasó nada, no hubo ningún contratiempo, no hubo razón alguna para interrumpir el ciclo escolar. Luego, también critican que mientras el Estado llamaba a no acudir a las aulas, Javier Benitez Ponce decía lo contrario, por lo menos que se pongan de acuerdo.
Hay quienes se atrevieron a descalificar la medida, al indicar que el priismo en el poder, lo que quiere es votantes cautivos en el sector juvenil; afirmaron, no se vale, se derrochan recursos valiosos y no lo vamos a recuperar aunque se destinen los sábados y domingos como días hábiles.
Hasta los paleteros dijeron que pierden con las inclemencias del tiempo y con la ausencia de los infantes y jóvenes, ellos cuando asisten a los centros escolares, pues de “pasadita” vienen y compran un helado, un agua o una paleta.
Los comentarios de los taxistas también se sumaron al mundo de la inconformidad, afirmaron que al no acudir ese sector a los planteles, pues disminuyen sus ingresos y aquí en el Taxi, llueva o truene hay que llevar el gasto, pagar la cuota, si sufre descompostura mecánica, estamos obligados a trasladar la unidad al servicio.
La Sra. Patricia, con hijos en el Jardín de Niños en el nivel preescolar (particular), mostró su desacuerdo al escuchar las instrucciones dictadas desde Xalapa, en ese instante aparecía un comentarista dando a conocer la noticia, al oír esto, protestó moviendo la cabeza y puso cara de puchero: “Imagínate al sur de Argentina, no habría ni casas, ni comercio, ni industrias, ni circulación vehicular, ni nada, yo creo que estamos mal”
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