Por Orlando Segura Hervert.
osh_prd@hotmail.com
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El Halloween es una práctica de adoración del mal que tiene sus raíces desde la antigüedad, procede de la cultura nórdica de los celtas, quienes llevaban a cabo ritos considerados por el Pastor Baldomero Vidal Rosas como satánicos, con el paso del tiempo esta costumbre se ha arraigado fundamentalmente en los Estados Unidos de Norteamérica y desde esa nación se ha difundido a otros países como el nuestro.
En México se ha metido de manera muy sutil a los hogares, con supuestos juegos y vestuarios de calabazas, e indumentaria de brujos y brujas, desde el punto de vista del líder cristiano perteneciente a “Pozo de Agua Viva. A. C.”, ésta tradición ha evolucionado, en la actualidad hay un sincretismo, una fusión con el “Día de Muertos”, aprovechándose de la inocencia e ingenuidad de la gente.
Como se recordará, el 01 y 02 de noviembre, son las fechas en que se asiste a los panteones, se hacen caminitos de flor de cempazúchitl lo mismo en las tumbas o en los altares, se adornan con ofrendas, tamales, naranjas, limas, plátanos y hasta la cerveza sale a relucir para supuestamente mantener contento al difunto, tales creencias han prevalecido durante siglos en la mentalidad de los mexicanos.
Vidal Rosas señala que la realización de este tipo de actividades se deben a que la gente desconoce de donde proceden tales elementos, hay ignorancia en la mayoría de las personas; al referirse a la verdad, el dirigente espiritual manifestó que la idolatría no es correcta, en la Biblia se puede encontrar la luz, recomendó dejar de llevar a cabo tales ritos que desagradan al supremo creador del universo.
Y para reafirmar su dicho, nos envió a Deuteronomio 18:9,10,11, “Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agoreros, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos”.
Sin lugar a dudas, el tema es polémico, cada quien normará su criterio, por lo pronto, esta agrupación en cada una de sus centros de difusión, establecidas en varios municipios de la zona norte, llamaron a orar para alejar la oscuridad de nuestras localidades y familias, reforzando la fe en Jesucristo.
En México se ha metido de manera muy sutil a los hogares, con supuestos juegos y vestuarios de calabazas, e indumentaria de brujos y brujas, desde el punto de vista del líder cristiano perteneciente a “Pozo de Agua Viva. A. C.”, ésta tradición ha evolucionado, en la actualidad hay un sincretismo, una fusión con el “Día de Muertos”, aprovechándose de la inocencia e ingenuidad de la gente.
Como se recordará, el 01 y 02 de noviembre, son las fechas en que se asiste a los panteones, se hacen caminitos de flor de cempazúchitl lo mismo en las tumbas o en los altares, se adornan con ofrendas, tamales, naranjas, limas, plátanos y hasta la cerveza sale a relucir para supuestamente mantener contento al difunto, tales creencias han prevalecido durante siglos en la mentalidad de los mexicanos.
Vidal Rosas señala que la realización de este tipo de actividades se deben a que la gente desconoce de donde proceden tales elementos, hay ignorancia en la mayoría de las personas; al referirse a la verdad, el dirigente espiritual manifestó que la idolatría no es correcta, en la Biblia se puede encontrar la luz, recomendó dejar de llevar a cabo tales ritos que desagradan al supremo creador del universo.
Y para reafirmar su dicho, nos envió a Deuteronomio 18:9,10,11, “Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agoreros, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos”.
Sin lugar a dudas, el tema es polémico, cada quien normará su criterio, por lo pronto, esta agrupación en cada una de sus centros de difusión, establecidas en varios municipios de la zona norte, llamaron a orar para alejar la oscuridad de nuestras localidades y familias, reforzando la fe en Jesucristo.
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