lunes, 8 de octubre de 2007

EL PARLAMENTO DE LOS NIÑOS, UNA EXPERIENCIA DIGNA DE VIVIRLA



Por Orlando Segura Hervert.

Diana Laura Pérez Ugalde, es una niña como cualquier otra, salvo que tiene un promedio de 9.8 en el nivel de primaria, actualmente cursa el sexto año en la Escuela “José L. Garizurieta”, al preguntarle que le gustaría, cuando sea grande; inmediatamente esboza una sonrisa y responde que le agradaría ser diputada o geógrafa. Como integrante del Parlamento de los Niños en el presente año, tuvo la oportunidad de visitar durante 6 días la capital de la República Mexicana y otros tres los dedicó a conocer Xalapa.
El evento fue organizado en el mes de marzo por el Instituto Federal Electoral, ella fue una de los trescientos infantes que fueron premiados y estimulados para conocer el lugar desde donde se toman las decisiones que afectan, benefician o perjudican al país. En aquella época compartió el pan y la sal con el poder ejecutivo y disfrutó del viaje, hizo nuevas amistades y recorriron las instalaciones del IFE, San Lázaro, El Papalote, Chapultepec, etc. En aquellas fechas participó con el tema "La Educación", mismo que le hizo ganar la confianza de otros compañeros de la misma edad, que le otorgaron el voto para que fungiera como representante del 03 Distrito Electoral.
Arturo Priego Garduño jugó un papel imoportante en ese proceso, está dedicado a preparar a los nuevos valores, con varios meses de anticipación están escogiendo a los posibles elementos que puedan contar con talento, carisma, nivel de conocimientos que les permita volver a triunfar en este concurso que organiza año con año el IFE, el profesor nos comentó que se darán a la tarea de revisar y elaborar un buen discurso y desde luego comenzarán a cuidar los detalles de los o las posibles participantes, modulación de voz, acentuación, mímica, personalidad.
El catedrático indicó que para alcanzar el éxito en este tipo de eventos, es necesario contar con el apoyo de los padres de familia, porque hay que invertir voluntad, tiempo, esfuerzo, recursos y espìritu de colaboración.
Cabe recordar que dicho centro escolar ha cambiado sustancialmente, hace más de tres décadas, solo contaba con un salón, sus alumnos tenían que asistir al campo Damián Carmona, ahí recibían las letras del saber, en un espacio que no contaba con ventanas y cuando llovía, parecía regadera o coladera, toda el agua se metía. Hoy se observan varias aulas, una cancha, y un pequeño lugar techado para la realización de actos cívicos.

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