lunes, 10 de diciembre de 2007

COMETARIO DE MIGUEL CAMIN...




Entrañable editor, lamento estar en completo desacuerdo. De un tiempo a esta parte, por las páginas electrónicas de su blog corren comentarios que apuntan en dirección a la “probable responsabilidad penal” que el alcalde Jerónimo Folgueras pudiese tener en la administración pública municipal, y en que, si así fuera, se le apliquen las penas correspondientes, a él y quienes por comisión u omisión sean cómplices. Hermoso deseo el suyo y de otros acomedidos colaboradores de su blog que ofrecen lo que ellos llaman pruebas, y hasta retan, a quienes señalan puniblemente, a refutarlos en este mismo espacio. Digo ‘hermoso deseo’ porque es sólo eso: un incauto anhelo que le nace a usted editor y a otros colaboradores, y, tal vez, a una considerable cantidad de lectores tuxpeños. No me sumo a aquellos que guardan, al igual que usted, una esperanza de que se le llame a cuentas a Jerónimo Folgueras. No es mía esa virtud, muy propia de los ilusos. El actual alcalde de Tuxpan es un ladrón que no aprobaría la mínima revisión ciudadana, pero esta certeza es gratuita en un sistema judicial bondadoso con los delincuentes de cuello blanco, e inflexible y severo hasta la barbarie con un hurtador de poca monta. Dígame señor editor cuántos sujetos atesoradores de dineros públicos conoce usted estén en la cárcel sentenciados por un juez purgando una ejemplar condena. Dígamelo. Le responderé: ninguno. Negada en su propia naturaleza nuestra estructura de procuración de justicia está concebida para alentar el robo de las haciendas públicas, de los presupuestos gubernamentales. A falta habitual de aplicación de la ley, dominio de la impunidad. Por eso llama a risa los aspavientos emitidos por el diputado local José de Jesús Mancha Alarcón y de sus eunucos que buscan venganza contra Jerónimo Folgueras. Antiguos aliados y cómplices inmorales los dos saben que la guerra sólo es de papel y de palabras y nada más. El diputado Mancha (en el apellido se concentra su prestigio) busca obtener puntos en su imagen y el otro, el alcalde, sabe que es momento de ser el blanco de las críticas, justas e injustas, sin correr el riesgo de ser juzgado en los tribunales. Sólo la Calumnia Tuxpeña, que se ha vuelto muy puta, le hace fiesta al legislador Mancha. Jerónimo Folgueras acabará su mandato, disfrutará de los bienes robados, aquí en Tuxpan o fuera, y la forma y maneras en que llegó al poder municipal y atracó, serán sólo anécdotas de un caso de miles en el país, cuyo grado de corrupción esté año escaló unos peldaños más en la lista de transparencia internacional. Aquellos que fueron sus cercanos durante la campaña y contribuyeron a su entronización se hacen pendejos ahora. Folgueras Gordillo tenía claro su propósito: esquilmar los tesoros públicos. Cómplices indirectos son, y los güangos no han tenido (¿lo tendrán?) el valor para expresar en público que la cagaron. De estos culeros sólo hay mutis.

Gracias. Miguel Camín.


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