miguel_camin@live.com.mx
Con su camarita recorre las calles de Tuxpan, elaborando retratos.
Ve pasar los carros, ve los exhibidores repletos de mercancía, en el reflejo de la vitrina se observa a si mismo; como es posible que él, el hombre nuevo, con tan grande intelecto, con toda esa capacidad de análisis, con esa rapidez de pensamiento por el cual puede escribir 200 cuartillas sin despeinarse; con todos esos blasones, no pase de ser un pobre diablo, que terminó escribiendo libelos por encargo. Lleva una encomienda, hacer mierda a un individuo., en lo oscurito, como marcan los cánones.
Su parafilia sexual lo lleva a pensar en retretes, pedos, culos, mierda y almorranas. Se desconcentra por esos pensamientos que lo hacen alucinar en la crisis de octubre y toda esa hermosa devastación que pudo haber sido y no fue. Cadáveres y Mierda por doquier.
A la mitad de la calle Juárez, es tan grande su excitación, que no puede contenerse mas, se le acerca a la primera dama que ve y le declama un poema para conquistarla:
“Ayer defequé cuatro veces, lo que se acerca mucho
al récord de mojones por día (que está en cinco)
sin tomar laxantes ni padecer gastroenteritis.
Fueron tres mojones por la mañana y uno por la tarde.
Y te juro que los quise como si fueran mis hijos.”
La mujer lo manda al diablo por escatológico. Nunca entendió su sentido paternal
Con su camarita recorre las calles de Tuxpan, elaborando retratos.
Ve pasar los carros, ve los exhibidores repletos de mercancía, en el reflejo de la vitrina se observa a si mismo; como es posible que él, el hombre nuevo, con tan grande intelecto, con toda esa capacidad de análisis, con esa rapidez de pensamiento por el cual puede escribir 200 cuartillas sin despeinarse; con todos esos blasones, no pase de ser un pobre diablo, que terminó escribiendo libelos por encargo. Lleva una encomienda, hacer mierda a un individuo., en lo oscurito, como marcan los cánones.
Su parafilia sexual lo lleva a pensar en retretes, pedos, culos, mierda y almorranas. Se desconcentra por esos pensamientos que lo hacen alucinar en la crisis de octubre y toda esa hermosa devastación que pudo haber sido y no fue. Cadáveres y Mierda por doquier.
A la mitad de la calle Juárez, es tan grande su excitación, que no puede contenerse mas, se le acerca a la primera dama que ve y le declama un poema para conquistarla:
“Ayer defequé cuatro veces, lo que se acerca mucho
al récord de mojones por día (que está en cinco)
sin tomar laxantes ni padecer gastroenteritis.
Fueron tres mojones por la mañana y uno por la tarde.
Y te juro que los quise como si fueran mis hijos.”
La mujer lo manda al diablo por escatológico. Nunca entendió su sentido paternal
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