Hemos guardado un silencio bastante
parecido a la estupidez.
1. DEL PEOR PAPEL.- Sí la imagen pública del gobierno del estado está trazada en saliva, la del gobierno municipal –como los cucuruchos— en papel periódico elaborada está. Ni por equivocación los medios –en especial la prensa lacaya— endilgan una crítica a la gestión de Juan Ramón Gánem. Sólo viendo tal servilismo a diario en los titulares a ocho columnas caigo en la vergonzosa cuenta que estas empresas periodísticas venden por tres años –más o menos— su línea editorial, al alcalde en turno y, a menos que hubiese una ruptura del trato financiero, éste será, para las páginas del periódico el presidente municipal que Tuxpan estaba esperando. ¡Maldito cinismo!
2. OPOSICIÓN RUMIANTE.- Será el sereno, pero cada alcalde en Tuxpan ha tenido la oposición edilicia que se merece. Algunos, más que tenerla, la han padecido. Jerónimo Folgueras vivió el reino de la fantasía: en su parcela, a lo largo de sus tres años de pontificado, pasteó cabizbajo un rebaño edilicio de pendejos, al que siempre le mantuvo frescos pastos y suficiente agua fresca. Tan dóciles, terminaron comiendo de su mano. Parece que para ya va esta nueva camada de ediles, pues no hay indicios que indiquen lo contrario. Juan Ramón Gánem y sus funcionarios claves: director de obras públicas, tesorero y secretario, han cometido en despoblado errores garrafales, tan evidentes que no señalarlos huele a complicidad, sino por lo menos a abulia. ¿Dónde están los regidores del Pan? Antonio Aguilar, Santiago Lobato, Leonides Barra, Hortensia Villalba o ¿Aquellos del Pri que no le deben al alcalde su lugar en el cabildo? Miguel Cruz y Azalea Portilla. ¿Estarán coleccionando las pifias de Juan Ramón y su gente para pasarlas por el tamiz de los códigos, reglamentos y manuales y solicitar a las autoridades competentes deslindar responsabilidades financieras y técnicas, que pudieran involucrarlos en caso de quedarse callados ¡O! ESTARÁN esperando –llegadas las lluvias-- que el pasto esté más alto y comer sustanciosamente de la mano de Juan Ramón? ¡Lo sabremos!
3. UNA BURLA.- ¿Quién tiene el mando en la administración del puente mayor? Quisiera saberlo para exigirle que dejen sus muchachos de mantenimiento de hacer pendejadas. Va para varios años que la carpeta de rodamiento del puente está de la chingada con una roña que ha carcomido el concreto. Imposible evitarlos porque el mal se extiende en una larga franja de ambos carriles. Si algún conductor lo intentara correría el riesgo de partirse la madre en una colisión con el vehículo que viene de frente. Al administrador lo tiene sin cuidado. Para paliar su pendejes manda a sus muchachos entrada la noche, un séquito de holgazanes armados de vehículos, herramientas y materiales, encima del puente, inmovilizan el tráfico, vacían sobre los lunares una argamasa de a peso, que al siguiente día con las lluvias se hace mierda y se pierde descubriendo nuevamente las cicatrices; así que la cuadrilla de güevones regresa enviados por ese pendejo administrador y el cuento es el mismo.
parecido a la estupidez.
1. DEL PEOR PAPEL.- Sí la imagen pública del gobierno del estado está trazada en saliva, la del gobierno municipal –como los cucuruchos— en papel periódico elaborada está. Ni por equivocación los medios –en especial la prensa lacaya— endilgan una crítica a la gestión de Juan Ramón Gánem. Sólo viendo tal servilismo a diario en los titulares a ocho columnas caigo en la vergonzosa cuenta que estas empresas periodísticas venden por tres años –más o menos— su línea editorial, al alcalde en turno y, a menos que hubiese una ruptura del trato financiero, éste será, para las páginas del periódico el presidente municipal que Tuxpan estaba esperando. ¡Maldito cinismo!
2. OPOSICIÓN RUMIANTE.- Será el sereno, pero cada alcalde en Tuxpan ha tenido la oposición edilicia que se merece. Algunos, más que tenerla, la han padecido. Jerónimo Folgueras vivió el reino de la fantasía: en su parcela, a lo largo de sus tres años de pontificado, pasteó cabizbajo un rebaño edilicio de pendejos, al que siempre le mantuvo frescos pastos y suficiente agua fresca. Tan dóciles, terminaron comiendo de su mano. Parece que para ya va esta nueva camada de ediles, pues no hay indicios que indiquen lo contrario. Juan Ramón Gánem y sus funcionarios claves: director de obras públicas, tesorero y secretario, han cometido en despoblado errores garrafales, tan evidentes que no señalarlos huele a complicidad, sino por lo menos a abulia. ¿Dónde están los regidores del Pan? Antonio Aguilar, Santiago Lobato, Leonides Barra, Hortensia Villalba o ¿Aquellos del Pri que no le deben al alcalde su lugar en el cabildo? Miguel Cruz y Azalea Portilla. ¿Estarán coleccionando las pifias de Juan Ramón y su gente para pasarlas por el tamiz de los códigos, reglamentos y manuales y solicitar a las autoridades competentes deslindar responsabilidades financieras y técnicas, que pudieran involucrarlos en caso de quedarse callados ¡O! ESTARÁN esperando –llegadas las lluvias-- que el pasto esté más alto y comer sustanciosamente de la mano de Juan Ramón? ¡Lo sabremos!
3. UNA BURLA.- ¿Quién tiene el mando en la administración del puente mayor? Quisiera saberlo para exigirle que dejen sus muchachos de mantenimiento de hacer pendejadas. Va para varios años que la carpeta de rodamiento del puente está de la chingada con una roña que ha carcomido el concreto. Imposible evitarlos porque el mal se extiende en una larga franja de ambos carriles. Si algún conductor lo intentara correría el riesgo de partirse la madre en una colisión con el vehículo que viene de frente. Al administrador lo tiene sin cuidado. Para paliar su pendejes manda a sus muchachos entrada la noche, un séquito de holgazanes armados de vehículos, herramientas y materiales, encima del puente, inmovilizan el tráfico, vacían sobre los lunares una argamasa de a peso, que al siguiente día con las lluvias se hace mierda y se pierde descubriendo nuevamente las cicatrices; así que la cuadrilla de güevones regresa enviados por ese pendejo administrador y el cuento es el mismo.
Miguel Camín
retratos1@gmail.com
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