
"No son ni deben ser distintas la moral en el poder y la moral en la oposición"... Carlos Castillo Peraza Agosto de 1987
¡A ver! ¡A ver! (como dice La Calumnia Tuxpeña que trae, últimamente, el buche bien centaveado) ¿qué chingados hace el diputado federal por el Pan Iñigo Laviada, y sus pitufos, como centro de atención en la entrega de recursos públicos provenientes de la Sedesol a proyectos productivos? Entregando lo que su merced Laviada Hernández entregó. ¡Ah!, Entonces esos 911 mil y pelos son de su bolsillo, son de su pecúleo. ¡NO! La marmaja es de fondos federales, él sólo sudó el lomo en su gestión. ¿Entonces si el insigne diputado no interviene no habría esa lana? ¡Pues claro que no! Y ¿qué hacen –entonces—funcionarios de Sedesol cómo la tal María Lucia Hernández Rizo? ¡Haciéndose pendejos! Pues corresponde hacer a ellos la talacha. Ni tan pendejos. ¿Cómo? Le abren cancha pública al diputado y al Pan para lucirse bienhechores frente a la gente jodida y necesitada. ¿No qué los apoyos gubernamentales de Calderón son apartidistas? ¡Ajá! Y tu camote con qué lo quieres. ¡Ah! Ya se entiende: el señor diputado Iñigo Laviada anda de buena gente cumpliendo como legislador en su distrito. Eso dice él y el coro de sus achichincles. ¡No vaya a ser! ¡Quiere ser alcalde! ¿A poco se vale hacer ya campaña, tan pronto al amparo de las actividades de una dependencia federal tipo Sedesol? ¡No! El señor diputado brilla con luz propia. No requiere de esas artimañas, él tan Apolo, tan bondadoso, tan elocuente, tan sincerote, tan rancherote, casi, casi un Fox de Palma Sola. ¿Entonces por qué aparece en las fotos rodeado de esos gïevones regidores del Pan, y la inútil de la funcionaria? Bueno, “Las buenas noticias tan bien son noticia”. ¿O no? ¿No el Pan criticó por años esas actitudes en el Pri, cuando el Pan fue oposición? ¡Ah! Cuando fue Oposición. ¡Qué tal ahora que está en el Poder!
Miguel Camín
Miguel Camín
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