Por Miguel Camín
retratos1@gmail.com
La sinrazón produce tarados
Estimados editores la conferencia de prensa convocada por el alcalde Juan Ramón Gánem para enfrentar la crisis de credibilidad ante la opinión pública, agravada por el desplome de un largo tramo del muro de ampliación del bulevar, el más ambicioso proyecto de su administración, es una tomadura de pelo, mírese por donde se mire; un cónclave de cínicos y sinvergüenzas si nos atenemos a las fotos que circulan en los medios, y a las declaraciones que ahí se hicieron.
Allí están retratados en la inmensidad de su desfachatez los regidores todos, salvo el hijo de Rubén Cruz, y deben de aparecer sus nombres porque esta canallada de citar a una rueda de prensa y lavarse sus puercas manos, tiene apellidos: Celestino Cuervo, Jesús Carballo, Azalea Portilla y Odilón Nava, --tres del Pri y este último del Pt--, y –por separado— Juan Antonio Aguilar, Santiago Lobato, Hortensia Villalba y Leonides Barra. Estos cuatro del final son del Pan, y la doblés y la indignidad son sus marcas. Ellos, quienes no pierden oportunidad para pregonar que vigilan y supervisan las obras y acciones del ayuntamiento, cuando es hora de entrarle a los chingadazos corren zacatones y timoratos a los brazos del amado alcalde. Seguramente cuando Juan Ramón Gánem deje el poder municipal hablarán pestes de él, pues no habrá nada que exprimirle; así actuaron aquellos ediles panistas con Jerónimo Folgueras –son otros nombres pero son las misma actitudes prostituidas— . Fueron en los tres años la tapadera de sus raterías y sus pendejadas, y no fue hasta que dejó el cargo que se le cayeron a la yugular pues ya no había nada que extraerle; no se extrañen pues el descrédito en el que han caído, como embarrarse mierda en los zapatos y negarlo, aunque el puto mal olor lo delate.
La presencia del Prócoro (con ese nombre ni a media cuchara) Vázquez, el contratista falaz y esquilmador, convertido súbitamente en pecador arrepentido, en la rueda con los medios, asumiendo la mea culpa, es una reverenda jalada, tan larga como la que nos aplicamos siendo adolescentes al descubrir nuestra sexualidad. ¿Quién putas les creerá? ¿Quién se traga el cuento que el tipo va a poner de su bolsa 500 mil pesotes? ¡Por los bigotes de Folgueras! ¡Quién se chupa ésa!.Que después los ediles cómplices no se digan engañados.
Pd. Tengo una amigo de hábitos insanos. Hoy lo visité y tenía sintonizado el canal informativo de la televisión por cable: un merolico de voz falsamente impostada y su escudera, una morrita que champurrea apenas el español hablaban mientras una cámara de video fijaba tomas del sitio donde se desplomó el muro en el bulevar. En extrema cautelosa, la pareja de locutores, hacía señalamientos sobre la responsabilidad del siniestro. Era evidente que estaban entre la espada y la pared: se les quemaban las habas por deslindar al alcalde pero los hechos irregulares estaban a su vista. En el colmo de la sinrazón uno de ellos dijo, poco importa quien, palabras más palabras menos: “No estamos en contra de la obra, estamos a favor, sólo que se haga bien, porque la obra es importante para Tuxpan”. A qué obra se referían. La única obra era la que estaba frente a sus narices, y ésa, la que estaba a tres dedos de sus ojos está mal construida, no en los 50 metros que se vinieron ahora, sino en los restantes que ya están, y que de un momento a otro se vendrán abajo. Es una pena que hayan desaparecido de los planes de estudio de bachillerato materias como Lógica Formal, este par de boquiflojos hubieran sido candidatos a cursarla.
La sinrazón produce tarados
Estimados editores la conferencia de prensa convocada por el alcalde Juan Ramón Gánem para enfrentar la crisis de credibilidad ante la opinión pública, agravada por el desplome de un largo tramo del muro de ampliación del bulevar, el más ambicioso proyecto de su administración, es una tomadura de pelo, mírese por donde se mire; un cónclave de cínicos y sinvergüenzas si nos atenemos a las fotos que circulan en los medios, y a las declaraciones que ahí se hicieron.
Allí están retratados en la inmensidad de su desfachatez los regidores todos, salvo el hijo de Rubén Cruz, y deben de aparecer sus nombres porque esta canallada de citar a una rueda de prensa y lavarse sus puercas manos, tiene apellidos: Celestino Cuervo, Jesús Carballo, Azalea Portilla y Odilón Nava, --tres del Pri y este último del Pt--, y –por separado— Juan Antonio Aguilar, Santiago Lobato, Hortensia Villalba y Leonides Barra. Estos cuatro del final son del Pan, y la doblés y la indignidad son sus marcas. Ellos, quienes no pierden oportunidad para pregonar que vigilan y supervisan las obras y acciones del ayuntamiento, cuando es hora de entrarle a los chingadazos corren zacatones y timoratos a los brazos del amado alcalde. Seguramente cuando Juan Ramón Gánem deje el poder municipal hablarán pestes de él, pues no habrá nada que exprimirle; así actuaron aquellos ediles panistas con Jerónimo Folgueras –son otros nombres pero son las misma actitudes prostituidas— . Fueron en los tres años la tapadera de sus raterías y sus pendejadas, y no fue hasta que dejó el cargo que se le cayeron a la yugular pues ya no había nada que extraerle; no se extrañen pues el descrédito en el que han caído, como embarrarse mierda en los zapatos y negarlo, aunque el puto mal olor lo delate.
La presencia del Prócoro (con ese nombre ni a media cuchara) Vázquez, el contratista falaz y esquilmador, convertido súbitamente en pecador arrepentido, en la rueda con los medios, asumiendo la mea culpa, es una reverenda jalada, tan larga como la que nos aplicamos siendo adolescentes al descubrir nuestra sexualidad. ¿Quién putas les creerá? ¿Quién se traga el cuento que el tipo va a poner de su bolsa 500 mil pesotes? ¡Por los bigotes de Folgueras! ¡Quién se chupa ésa!.Que después los ediles cómplices no se digan engañados.
Pd. Tengo una amigo de hábitos insanos. Hoy lo visité y tenía sintonizado el canal informativo de la televisión por cable: un merolico de voz falsamente impostada y su escudera, una morrita que champurrea apenas el español hablaban mientras una cámara de video fijaba tomas del sitio donde se desplomó el muro en el bulevar. En extrema cautelosa, la pareja de locutores, hacía señalamientos sobre la responsabilidad del siniestro. Era evidente que estaban entre la espada y la pared: se les quemaban las habas por deslindar al alcalde pero los hechos irregulares estaban a su vista. En el colmo de la sinrazón uno de ellos dijo, poco importa quien, palabras más palabras menos: “No estamos en contra de la obra, estamos a favor, sólo que se haga bien, porque la obra es importante para Tuxpan”. A qué obra se referían. La única obra era la que estaba frente a sus narices, y ésa, la que estaba a tres dedos de sus ojos está mal construida, no en los 50 metros que se vinieron ahora, sino en los restantes que ya están, y que de un momento a otro se vendrán abajo. Es una pena que hayan desaparecido de los planes de estudio de bachillerato materias como Lógica Formal, este par de boquiflojos hubieran sido candidatos a cursarla.
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