¡NO HAY VACANTES!... SE VAN A MONTERREY... LOS TUXPEÑOS SIN CHAMBA.

Por Orlando Segura Hervert.
No hay vacantes, no insista, es el letrero que comúnmente se encuentran los cientos de jóvenes que desean trabajar, en diversas instituciones es una constante observar el anuncio en el que se indica que no hay empleo. Así por ejemplo, al ingresar a la Policía Municipal o en la propia Sindicatura, está colocada una hoja con las letras que indudablemente desaniman a quienes desean llevar el sustento diario a sus familias.
Varios trabajadores se apostaron afuera de un hotel céntrico de la ciudad y puerto de Tuxpan, al abordarlos nos respondieron que se iban a Monterrey, aquí no hay chamba, en la Termoeléctrica no encontramos cabida y hay que buscarle por otro lado, los cuestionamos en torno al salario y nos respondieron que les pagarían $3,500.00 a la semana, de acuerdo con su versión, su posición de obreros especializados les debería dar para ganar eso y mas
Los entrevistados indicaron que el sueldo mínimo no les alcanza para nada, por eso están trasladándose hacia otros puntos, sobre todo porque en las empresas del municipio no abundan las contrataciones, y luego entonces existe la necesidad de contratarse en otros espacios y latitudes, alejándose de las familias, exponiéndose a sufrir la soledad… pero la vida es así y hay que entrarle, confesaban a este medio.
Los trabajadores indicaban que ya casi no hay oportunidades en CELASA, CFE, Central Ciclo Combinado, por esa razón, al proponerles como opción la Sultana del Norte, pues la oferta se les hizo interesante.
Los tuxpeños están poniendo sus esperanzas en las zonas manufactureras e industriales del norte del país, o bien en las regiones petroleras de Tabasco, Campeche, Ciudad del Carmen, algunos están decididos a viajar a Nuevo Laredo, Reynosa, Saltillo, o bien hacia el bajío, todo con la ilusión de conquistar mejores condiciones de vida.
Hay cierta desesperación en las familias, sobre todo porque los hijos en edad escolar les piden que cumplan con las exigencias escolares, en ésta época hay que proporcionarles ropa, calzado, útiles, uniformes, pagar las colegiaturas “voluntarias”, si además de lo anterior el jefe de la casa no tiene un salario fijo, pues ahí comienzan los problemas que implican altercados entre las parejas.