Un par de sexoservidoras ha asomado su decadente rabo el sábado de cada semana en el reverso de la sección Tuxpan del Noreste diario. Son Cúcura y Mácara, primas de La Calumnia, oficiadoras todas ellas del peor periodismo de columna: arrabalero, frívolo, fatuo e idiota. Y con precio. Vinieron aquellas a suplir a Mabis y Chonita, que por chicharroneras en su redacción y fodongas en su estilo eran fieles a un modelo pedestre, leales a las más vigorosa ramplonería. Mabis y Chonita no aspiraban más que a mirarse completitas en el azogue del chismerío.
No es el caso de este dúo de panteoneras meretrices: éstas si aspiran a la trascendencia del papel y por ello escogen cada párrafo, meditan cada frase y aun cuando amenazan desnudarse en sus comentarios epistolares son incapaces de tirarse del trampolín. Son timoratas. ¿Será que la mano que rasga la pluma de estas casquivanas tiene intereses extra periodísticos y orienta sus juicios a favor del viento de sus amistades y en contra de sus enemistades?
¿Qué me deja la lectura de estas pedigüeñas: Cúcara y Mácara? Un tonillo de náusea.
Miguel Camín
retratos1@gmail.com
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