Enviado a VAXTUXPAN desde la Atenas Veracruzana...
VERÓNICA WOODHOUSE / Xalapa, Ver.- Alrededor de 200 elementos policíacos se le rebelaron esta mañana al secretario de Seguridad Pública, Sergio López Esquer, quién acudió al cuartel de San José para entregar en un acto protocolario una serie de reconocimientos a efectivos policíacos.
El evento fue interrumpido por los gritos de los 200 uniformados inconformes, quienes exigían al general la inmediata liberación de sus dos compañeros aprehendidos el pasado jueves por la noche, cuando en el fraccionamiento Las Ánimas se negaron a recibir a un sujeto golpeado, que previamente había sido detenido por un comando de militares que viajaba a bordo de dos Hummers.Los ánimos entre los poco más de 200 efectivos policíacos que al momento del motín se encontraban desarmados, fueron subiendo de tono, cuando el titular de la SSP ignoró sus peticiones y comenzó a evadir a los reporteros que se encontraban presentes en el lugar.Así pues, López Esquer, ayudado por su cuerpo de seguridad, ignorando los gritos de los policías que exigían justicia para sus compañeros arbitrariamente detenidos, intentó emprender la graciosa huida, misma que fue boicoteada por un grupo de efectivos que hábilmente bloqueo la salida del Cuartel San José.
Al verse copado por sus subordinados, los escoltas del general Sergio Lopéz Esquer, intentaron abrirle el paso a su jefe jaloneando a los manifestantes, lo cual ocasionó que los golpes comenzaran a darse entre los dos grupos.Para ponerlo a salvo de la trifulca, Loéz Esquer fue hábilmente conducido a las cocinas del comedor del cuartel, lugar en el que permaneció encerrado por más de una hora.
Una vez ahí, el secretario de Seguridad Pública, a través de una llamada telefónica, pidió auxilio a elementos castrenses, quienes enviaron a un grupo de militares armados y vestidos de civiles que ingresaron al cuartel a bordo de una camioneta blanca.Los militares bajaron del vehículo portando armas largas y cortando cartucho, lo cual enardeció a los efectivos policíacos que se encontraban desarmados. A pesar de que los elementos castrenses estaban armados y ellos no, los policías lograron someter y desarmar a los 5 militares, a los cuales llevaron en calidad de presentados ante el área jurídica del cuartel para que rindieran sus respectivas declaraciones.
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