Los liliputienses del Pan andan como insectos eunucos, giran que giran en la órbita de la última bombilla que se les mantiene rutilante, su tea encendida, el diputado federal Íñigo Laviada. Jodidos todos ellos, a la baja en la bolsa de valores electorales, cuidan esa flamita que no la amenace el más débil soplido, que se mantenga viva; cuenquen sus manos y háganle una casita, cierren sus dedos no se vaya a filtrar un mal aire y de un putazo la apague, unan sus manos José Mancha con Santiago Lobato, súmense Hortencia Villalba y Leónides Barra, hagan paredes de palmas y dedos Esteban Martínez y Hugo Zumaya, denle aliento a esa lumbre, a ese fogoncito de donde han tomado y esperan seguir tomando calor los susodichos, vividores del fuego ajeno.
Decía… perdón: digo que andan descocados los panistas pues su antorcha encendida diputado Íñigo Laviada rendirá –según él, según ellos—un informe anual más de labores. La pregunta que me surge es ¿Qué va a informar el diputado?
¿Va informar que por sus conexiones –vía su tío Roberto Hernández—con altos funcionarios de las secretarías federales le han abierto la llave de cuantiosos recursos para repartirlos en computadoras, aperos de labranza, becas escolares, medicamentos a precios populares, créditos a fondo perdido para proyectos productivos?
¿Va a informar que su único mérito son sus apellidos de abolengo y peso en las redes de decisiones de los poderes económicos y políticos en el país?
¿Va a informar que tales dineros están ahí, en los cientos de programas de apoyo regulados por la reglas de procedimiento a las que sólo tienen acceso y conocen quienes reciben de manera discrecional información privilegiada de la alta burocracia federal, como es su caso, por ser diputado panista?
¿Va a informar que sus tareas de diputado se han restringido a la cómoda medida de gestionar llave en mano recursos asistenciales con claro sesgo populista en los municipios de su distrito?
¿Va a informar que más pronto que tarde tuvo que tragarse las palabras aquellas tan a la moda entre los panistas en la oposición cuando denostaban a los priista por estar regale y regale dinero en cash o en especie?
¿Va a informar que un diputado legisla: hace, reforma, deroga y aprueba leyes; que sube a la tribuna y defiende, critica, alienta o desalienta iniciativas de ley?
¿Va a informar que no es lo suyo subirse a esa tribuna, que no le han aprobado iniciativas, que tiene un marcado déficit en su función como diputado dentro del congreso?
¿Va a informar que su índice de productividad como diputado en la cámara es reprobatorio?
¿Va a informar que conoce la tribuna y la pisó, y dio la batalla en ella en esa vergonzosa escena donde se ve luchando cuerpo a cuerpo con otro diputado pero este del PRD?
¿Va a informar que en ninguna de las pocas reformas que han pasado por la cámara de diputados ha consultado a los ciudadanos de su distrito?
¿Va a informar que no sólo no los ha consultado sino les ha escamoteado información básica en la aprobación de esas reformas?
¿Va informar –finalmente— que él prefiere andar rancheando, sombrero de palma en mano, con su carromato atestado de obsequios y una cauda de lambiscones con miras a las elecciones municipales del 2010, que perder el tiempo en la cámara de diputados entrampado entre iniciativas de ley?
MIGUEL CAMÍN
Decía… perdón: digo que andan descocados los panistas pues su antorcha encendida diputado Íñigo Laviada rendirá –según él, según ellos—un informe anual más de labores. La pregunta que me surge es ¿Qué va a informar el diputado?
¿Va informar que por sus conexiones –vía su tío Roberto Hernández—con altos funcionarios de las secretarías federales le han abierto la llave de cuantiosos recursos para repartirlos en computadoras, aperos de labranza, becas escolares, medicamentos a precios populares, créditos a fondo perdido para proyectos productivos?
¿Va a informar que su único mérito son sus apellidos de abolengo y peso en las redes de decisiones de los poderes económicos y políticos en el país?
¿Va a informar que tales dineros están ahí, en los cientos de programas de apoyo regulados por la reglas de procedimiento a las que sólo tienen acceso y conocen quienes reciben de manera discrecional información privilegiada de la alta burocracia federal, como es su caso, por ser diputado panista?
¿Va a informar que sus tareas de diputado se han restringido a la cómoda medida de gestionar llave en mano recursos asistenciales con claro sesgo populista en los municipios de su distrito?
¿Va a informar que más pronto que tarde tuvo que tragarse las palabras aquellas tan a la moda entre los panistas en la oposición cuando denostaban a los priista por estar regale y regale dinero en cash o en especie?
¿Va a informar que un diputado legisla: hace, reforma, deroga y aprueba leyes; que sube a la tribuna y defiende, critica, alienta o desalienta iniciativas de ley?
¿Va a informar que no es lo suyo subirse a esa tribuna, que no le han aprobado iniciativas, que tiene un marcado déficit en su función como diputado dentro del congreso?
¿Va a informar que su índice de productividad como diputado en la cámara es reprobatorio?
¿Va a informar que conoce la tribuna y la pisó, y dio la batalla en ella en esa vergonzosa escena donde se ve luchando cuerpo a cuerpo con otro diputado pero este del PRD?
¿Va a informar que en ninguna de las pocas reformas que han pasado por la cámara de diputados ha consultado a los ciudadanos de su distrito?
¿Va a informar que no sólo no los ha consultado sino les ha escamoteado información básica en la aprobación de esas reformas?
¿Va informar –finalmente— que él prefiere andar rancheando, sombrero de palma en mano, con su carromato atestado de obsequios y una cauda de lambiscones con miras a las elecciones municipales del 2010, que perder el tiempo en la cámara de diputados entrampado entre iniciativas de ley?
MIGUEL CAMÍN
retratos1@gmail.com
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