Orlando Segura Hervert.
Hace varias administraciones, aproximadamente 20 años han transcurrido desde que las autoridades destinaron recursos para la construcción de un mercado que en aquella época albergaría a infinidad de comerciantes ambulantes, pero finalmente quedó como un enorme elefante blanco, sinónimo del despilfarro y la ausencia de planeación.
Actualmente solo quedan paredes rayadas, pasto, una estructura oxidada, y el abandono total, una persona de vez en cuando, por cuenta propia le pasa el machete y reduce a su entender el zacate.
Afortunadamente, señalan algunas señoras, se ha reducido el número de drogadictos que cotidianamente se albergaban en dicho sitio, pero da tristeza que no se le de una utilidad adecuada. En una revisión efectuada por este medio, los locales están ahí, parece que la indolencia no les han causado gran deterioro, no así el techo que está descubierto con algunos fierros totalmente doblados, de las láminas ni hablar, no aparece ninguna. ,
Hace algunos meses, ciertos sectores, padres de familia solicitaron que se les otorgaran ese espacio, la Escuela Primaria “Josefa Ortiz de Dominguez”, se inunda y por lo tanto, pidieron una superficie segura, en su momento presentaron sendos oficios para que dicho punto les fuera proporcionado. Sin embargo, el documento fue resguardado en el archivo de los asuntos sin importancia.
Por otra parte, también una organización que atiende a los drogadictos, pretendió que se le donara dicho terreno. Ciertos vecinos que se dedican a la venta informal, hicieron lo propio para que los instalaran en determinados puntos de ese vetusto mercado, pero la respuesta fue la misma.
En el mes de septiembre, el alcalde Juan Ramón Ganem Vargas, supervisó la superficie, y por lo tanto esperan que dentro de poco tiempo de alguna opinión en torno a ese espacio que con el paso del tiempo se ha convertido en todo un monumento al despilfarro y a la mala planeación, la falta de voluntad para destinar los recursos correctamente.
Un inversión millonaria que no sirve para nada.
En cierta época, el entonces Presidente Municipal y hoy finado, Pericles Namorado Urrutia, resguardó varias toneladas de cemento, se echaron a perder, solo quedaron los bloques, como señal de lo que no debe ocurrir en este municipio
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