jueves, 1 de enero de 2009

DICEN ADIÓS AL AÑO VIEJO



Por: Martha Hernández

Como ya es tradición, en el último día del año, cientos de familia Tuxpeñas elaboran un muñeco con ropa vieja el cual es rellenado de papel y cuetes para que este sea quemado minutos antes de la llegada del año nuevo.

A decir de la familia Martinez Gómez esta tradición se ha ido pasando de generación en generación, por lo que ahora son los pequeños de la casa los que continúan elaborando el muñeco de trapo lleno de cohetes y papel, el cual a demás de iluminar las miradas de los niños, divierte y despide los 365 días del año.

Relleno de aserrín y con papel periódico hecho bolas, vestido con ropa vieja otorgada por algún familiar, este muñeco comunica desde la silla, en donde se encuentra sentado esperando la hora de su quema, diferentes mensajes de despedida.

Esta costumbre, que se ha ido propagando con los años es algo más que solo quemar cuetes, ropa papel y madera, sino es el sentimiento mismo de despedir las malas vibras e intentar con ello sentirse menos adoloridos sentimentalmente por la despedida del año.

El viejo, como es llamado esta figura, le agregan los cuetes al final por cuestión de protección a los pequeños, es quemado por la familia entera alrededor de las 12 de noche, y este año, la dedicatoria especial que lleva es por los madrazos que se sintieron en el 2008

Colocado en una silla con manos de cartón y con el mensaje más que claro, el año viejo espera solo horas para que sea encendido por los mayores de la casa, por aquellos que iniciaron la tradición de armarlo para ser quemado la noche del 31 de diciembre y así con ello despedir al que se va.

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