Judios se unen para “defender” a Israel

Orlando Segura Hervert.
Los judíos no solo quieren ganar la guerra física en la Franja de Gaza, también desean conquistar la victoria mediática, ante tal situación ya se unieron y mas allá de las críticas ácidas que les están lanzando por el papel bélico desempeñado en aquella región, las muertes causadas por el ejército israelí en la invasión que actualmente están realizando para someter a la organización palestina “Hamas”, con quienes mantienen severas diferencias desde el aspecto religioso, cultural, territorial, agua y otros elementos que a la hora de la discusión se vuelven un asunto difícil de capotear y resolver.
Recientemente, han enviando correos a diferentes personalidades y medios de comunicación, ahí en donde se les interroga por la agresividad y salvajismo mostrado en el campo de batalla, están contestando vía internet, toda clase de cuestionamientos. Así las cosas, las supuestas aclaraciones ya están llegando a la población tuxpeña que por una u otra causa mantiene relaciones con determinados sectores del judaísmo.
Aprovechando todos los medios y resquicios, los simpatizantes de Israel, están levantando la voz, acudiendo a la prensa, utilizando la tecnología que ofrecen los instrumentos satelitales, mensajes, blogs, internet y todo aquello que sirva para justificar las supuestas acciones de defensa del Pueblo de Dios.
La rivalidad entre Israel y Palestina es ancestral, los primeros recurren a la historia bíblica para afirmar que ahí llegaron desde hace cientos de años, ahí nacieron, los segundo argumentan que ya estaban asentados ahí y que por lo tanto les pertenecen esas tierras, si además se le agrega al coctel, el aderezo de las diferencias por motivos de creencias, fé, religiosidad, así como intereses diversos, pues entonces el panorama se vuelve negro. Bajo éste contexto, la paz y la armonía social, pocas oportunidades tienen de sobrevivir, imponiéndose él ritmo de la metralla.
La Organización de Naciones Unidas ha manifestado su preocupación por las muertes de niños y gentes inocentes que cotidianamente se están presentando, sin embargo, no hay motivos de racionalidad que celebrar, por el contrario, los tambores de la guerra siguen sonando insistentemente.