Apolinar Dávila Contreras
Este 2009 Melchor, Gaspar y Baltazar enfrentan una dura realidad, la situación económica en franco deterioro, cierre de fuentes de trabajo, escalada de impuestos, alza a bienes y servicios, tanto en el gobierno como en la iniciativa privada.
Muchos niños escuchan con atención a las pautas publicitarias de televisión, radio, prensa, a la estática de los centros comerciales, a las caracterizaciones, y sobre todo las platicas de los adultos en relación a la llegada de regalos en su infancia.
Antes nuestras generaciones pedíamos regalos que hoy en día son tipificados como ridículos: bicicleta, balón, patines, muñecas, juego de te, etc.
Hoy se pide una computadora, videojuegos, teléfono móvil (celular), ipod, reproductores mp4, etc.
Y los adultos que pedimos: conservar el trabajo, aumento salarial, que no inventen más impuestos, seguridad, tranquilidad, etc.
Hoy al despertarnos en mi casa todos encontramos nuestros regalos de la siguiente manera. Espero que otros hayan tenido mejor suerte.
Este 2009 Melchor, Gaspar y Baltazar enfrentan una dura realidad, la situación económica en franco deterioro, cierre de fuentes de trabajo, escalada de impuestos, alza a bienes y servicios, tanto en el gobierno como en la iniciativa privada.
Muchos niños escuchan con atención a las pautas publicitarias de televisión, radio, prensa, a la estática de los centros comerciales, a las caracterizaciones, y sobre todo las platicas de los adultos en relación a la llegada de regalos en su infancia.
Antes nuestras generaciones pedíamos regalos que hoy en día son tipificados como ridículos: bicicleta, balón, patines, muñecas, juego de te, etc.
Hoy se pide una computadora, videojuegos, teléfono móvil (celular), ipod, reproductores mp4, etc.
Y los adultos que pedimos: conservar el trabajo, aumento salarial, que no inventen más impuestos, seguridad, tranquilidad, etc.
Hoy al despertarnos en mi casa todos encontramos nuestros regalos de la siguiente manera. Espero que otros hayan tenido mejor suerte.
PD: hasta los reyes magos entraron en austeridad, tuvieron que empeñar el caballo, el camello y el elefante, para pagar predial, agua potable, energía eléctrica, gas, etc.
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