viernes, 30 de enero de 2009

PLAN DE MOVILIDAD URBANA



Por Uriel Flores Aguayo
urielfloresaguayo@hotmail.com


En fecha reciente el ayuntamiento de Xalapa presentó un plan de movilidad urbana, el cual queda a consideración de la ciudadanía. Siendo un poco tarde para una ciudad que se prometió de primer mundo, es de reconocerse que, por fin, se empiece a hacer algo respecto del terrible problema vial de nuestra ciudad. La consulta a que se convoca sobre dicho plan puede ser vista como un saludable ejercicio democrático, sobre todo por su impacto y la indispensable participación de la gente, o como el miedo a ser autoridad en tanto se cuida la carrera política.

Haciendo crítica constructiva, ya que no se trata de lamentarse o buscar en todo tres pies al gato, quiero expresar algunas propuestas que deberían ser tomadas en cuenta en el plan de movilidad urbana:
1.- Reordenar y racionalizar el transporte de pasajeros en camiones. Eso implica revisar sus rutas, organizar el número de autobuses de acuerdo a horarios determinados, acondicionar los espacios de “paradas”, concentrarlos en estacionamientos propios cuando no estén en servicio y prescindir de todo tipo de chatarra. 2.- Reordenar el transporte comercial. Deberán señalarse los horarios especiales para que transiten en ciertas zonas ese tipo de transportes. 3.- Reordenar el transporte oficial, sobre todo el que tiene que ver con obras en la ciudad, como son los de la Comisión Federal de Electricidad y la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento. Dichas dependencias realizan obras sin ton ni son y obstruyen las vialidades en el momento que quieren. 4.- Reubicar oficinas públicas. Deben salir del centro de la ciudad varias oficinas de los tres niveles de gobierno. Con esa medida se contribuiría sensiblemente a desahogar el tráfico de la que ahora es la zona más caótica de Xalapa. Además, debe negarse el permiso al Instituto de Pensiones para construir un edificio en lo que bien pudiera quedar como un parque. 5.- Reordenar el servicio de limpia pública. Está en manos del propio ayuntamiento lograr que el servicio de limpia pública que presta sea eficaz y oportuno. No es correcto que los autobuses que recogen la basura anden a todas horas y por todas partes. 6.- Mejoras al centro histórico. De lo mucho que hace falta hacer habilitar calles peatonales es una medida sencilla y que se puede llevar a la práctica inmediatamente. No requiere consulta alguna, más bien una poca de autoridad y otro tanto de imaginación. 7.- Modernizar a la corporación encargada del tránsito municipal. Se requieren agentes viales honestos y profesionales, que piensen más en el apoyo al ciudadano que en las infracciones. Las patrullas y las motocicletas deben dejar de estar en las entradas de la ciudad cazando visitantes, para dedicarse exclusivamente a destrabar los embotellamientos. 8.- Planeación de las obras públicas de gran envergadura. Prescindir del calendario electoral a la hora de ejecutar esas grandes obras, como el paso a desnivel de la avenida Lázaro Cárdenas, donde injustificadamente tardarán año y medio en los trabajos. Por cierto, en esa obra no se acordaron de la gente que es peatón, a la que abandonaron a su suerte sin medidas o puentes adecuados que les permitan pasar por ahí en condiciones seguras. 9.- Retiro de carritos publicitarios. Ante el desastre vial de Xalapa nada justifica que se autoricen los servicios de cochecitos cuya labor es exhibir publicidad comercial. Es paradójico que junto a las filas interminables de autos y sus embotellamientos pasen carritos publicitarios cuya lentitud e inutilidad es un insulto para todos. 10.- Retiro de anuncios comerciales en los puentes peatonales y en las paradas de autobuses. Además de ser de mal gusto esa absurda medida de fijar publicidad en lugares inadecuados, sería preferible que se coloquen exclusivamente señalizaciones y todo tipo de orientaciones cívica y vial.

Algunas de estas medidas están en manos del propio ayuntamiento, sino las realiza es porque no quiere; otras, incluyen la participación de autoridades estatales y federales, sino las realiza es porque no puede. El problema vial de Xalapa, no solo tiene un carácter técnico, también es político lo cual nos remite a la existencia o no de la voluntad respectiva. El dilema es el de siempre: Se es autoridad y se asumen los riesgos o se simula y se cuida la carrera política. No deja de ser importante que el tema se haya abierto, más vale tarde que nunca.

Recadito: Con la consigna “queremos programas sociales sin condiciones electorales” vamos a marchar con el FAS el 10 de febrero.

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