sábado, 18 de abril de 2009

LOS EMPRESARIOS AL PODER



Por Uriel Flores Aguayo
urielfloresaguayo@hotmail.com

Por lo menos en Xalapa ya es una realidad el título de esta colaboración, pues de manera tajante se fusionó el espacio económico con el político desde hace un poco más de cinco años.

Esta situación surgió de la coyuntura electoral del 2004, por la renovación de la gubernatura, cuando el candidato tricolor requería, urgentemente, mayor cantidad de votos. Con fines de rentabilidad electoral, casi exclusivamente, hicieron candidato al señor Ricardo Ahued, un comerciante importador de productos chinos que gozaba de buena fama pública.

Tal vez con otros ingredientes políticos pero en la misma línea pro-empresarial se decidieron por otro comerciante, el señor David Velasco, para el relevo municipal en 2007, con lo cual sumaron dos administraciones en manos de la llamada (mal) iniciativa privada, convirtiendo a Xalapa en una “posición” empresarial, como antes lo eran Poza Rica y Minatitlán, para los petroleros: ayuntamientos y distritos de sector.

Evidentemente el posicionamiento de los señores del dinero ya se consolidó. Lo que era una necesidad coyuntural o un experimento se convirtió en una participación normal y con un gran potencial para avanzar a otra etapa de actuación política. En esa línea colocaron a un restaurantero en el PRI local, repiten con Ahued en la candidatura de diputado federal por el distrito de Xalapa Urbano y se ubicaron en variados espacios tanto del Ayuntamiento como del gobierno del estado; en este paquete se puede incluir la labor mediática del señor Beceiro, siempre coincidente con la opinión oficial.

Es muy curiosa la transformación política de Xalapa, mientras los empresarios se volvieron políticos éstos se fueron a la banca, se refugiaron en cargos administrativos o andan de chalanes de la emergente clase política-empresarial. Quién hubiera imaginado que la pequeña clase empresarial xalapeña adquiriera tanto poder al grado de traer de carga maleta a los políticos de carrera. En el PAN también llegan los comerciantes, incluso por tradición, cuando pensaban que era el partido de la gente bonita y decente, pero han venido a menos después de las sonadas derrotas electorales y de que el PRI se entregó a los empresarios.

Este es un buen momento para abrir el debate sobre los aportes de los comerciantes a la política xalapeña. Cuatro años de administración municipal son más que suficientes para valorar sus estilos, sus capacidades, sus sensibilidades sociales, sus ideas del municipalismo, sus convicciones democráticas y, sobre todo, su honradez. Ya es hora de hacer un primer balance de los gobiernos empresariales en Xalapa, sobre todo cuando se ve tan activo su apetito político y su intención de seguir ganando espacios de gobierno y de representación.
Es importante cuestionar qué ha cambiado de una administración de políticos naturales a otra de empresarios metidos a políticos; establecer claramente dónde está lo nuevo, cuáles son las diferencias y ventajas. Definir que no estamos solamente ante una sustitución de persona e intereses.

De entrada yo observo muchos vacíos de poder, poca capacidad política y la reproducción de los vicios de siempre: Gobiernos de amigos, facciosos, excluyentes, arcaicos y presidencialistas. No encuentro las grandes ideas, los planes trascendentes, ni las obras y visión que nos permitieran ver a corto plazo una ciudad más humana, sustentable, digna, solidaria y orgullosa. Yo los veo casi igual que siempre, repetitivos, administrando y ya.

A pesar de que está en duda la idea de que el empresario es honesto y buen administrador por definición, lo cual prácticamente ya es un mito, ellos están sueltos y emocionados, van por más espacios y no es descabellado que estén acariciando la posibilidad de quedarse con la candidatura a gobernador, promoviéndose como opción C y encarnando una especie del fenómeno Peña Nieto.

Recadito: Encuentro regional del FAS en la zona norte, el 26 de abril en Ozuluama.

Xalapa-Equez., Ver., 17 de abril de 2009

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