domingo, 3 de mayo de 2009

MAYO FRANCES DEL 68... SEGUNDA PARTE


Por Santiago Lobato Delfín y Juan Carlos Durá Cobo

ACONTECIMIENTOS DÍA A DÍA
Viernes 3: un grupo de estudiantes se reunió en la plaza de la Sorbona, donde estaban a punto de celebrarse las comparecencias de Cohn-Bendit y sus compañeros. Empezó a unirse gente, y a las 4 de la tarde la Sorbona estaba rodeada por la policía, que detuvo, en contra de lo que había prometido, a varios estudiantes, lo que provocó que aún más personas se unieran a la protesta y se originaran numerosas manifestaciones espontáneas.
La Unión Nacional de Estudiantes (UNEF) y el Sindicato de Profesores (SNESUP) convocaron una huelga que pedía la reapertura de la Sorbona, la retirada de la policía y la liberación de los detenidos. Las peticiones no fueron concedidas por el gobierno.

Lunes 6 (lunes sangriento): los "Ocho de Nanterre" acudieron a su comparecencia ante el Comité de Disciplina de la Universidad cantando La Internacional, y a la salida fueron salvajemente atacados por la policía cuando se manifestaban por las calles de París. Formaron barricadas con coches volcados y lanzaron piedras arrancadas del pavimento. Las cifras oficiales hablaban de 422 arrestos y 345 policías heridos.

Martes 7: los acontecimientos del día anterior dieron lugar a una multitudinaria manifestación, y, evitando a la policía colgaron banderas rojinegras del Arco del Triunfo mientras la Internacional se escuchaba por las calles. El Barrio Latino se encuentra en estado de sitio y la opinión publica ya estaba cambiando, sorprendida por la brutalidad de la represión policial, y grandes secciones de la clase trabajadora se empezaron a inspirar en la revuelta estudiantil para luchar contra el estado por sus propios derechos.

Miércoles 8: los líderes del Partido Comunista vieron el tamaño del movimiento y decidieron cambiar su postura y hacerse con el control de la insurrección, ya que el ejemplo de los estudiantes empezaba a seguirse en los lugares de trabajo.

Viernes 10: la policía toma la Universidad de Nanterre, y 30.000 estudiantes, marcharon hacia la Sorbona, pero las calles aledañas estaban tomadas por la policía armada para el conflicto. Volvieron a levantarse barricadas, y la gente de las casas cercanas colaboraba con los manifestantes proporcionándoles asistencia de primeros auxilios o uniéndose a la revuelta. El gobierno cedió en dos de las tres demandas de los manifestantes, pero no aceptó liberar a los detenidos. El comportamiento de la policía volvió a ser brutal, y las cifras oficiales ascendieron a 367 personas heridas y 460 arrestadas, aunque en las calles se hablaba de un millar de heridos, quinientos detenidos y doscientos vehículos incendiados.

Sábado 11: carros blindados se desplazaron a las calles afectadas por el enfrentamiento para limpiar las barricadas mientras eran increpados e insultados por el pueblo. Algunos de los que limpiaron las calles, tuvieron gestos de solidaridad con el movimiento. A causa de los acontecimientos del día anterior, se convoca una huelga general para el lunes siguiente.

Lunes 13: los estudiantes fueron finalmente liberados, pero la chispa ya estaba encendida; coincidiendo con la huelga general, los sindicatos organizaron una marcha por Paris que movilizó a 200.000 personas (según cifras conservadoras). La policía desaparece de las calles, y el gobierno es señalado como enemigo del pueblo. Tras la marcha un grupo de estudiantes deciden ocupar la Sorbona. Durante la noche colgaron más banderas rojinegras de la Sorbona, al tiempo que decoraron los pilares que rodean la plaza con posters de Marx, Lenin y Mao y pintadas de las figuras de Trotski, Fidel Castro y el Che Guevara junto a los eslóganes de “todo es posible” y “prohibido prohibir”. Se dice que nueve millones de trabajadores hicieron huelga este día.

Martes 14: se eligió un Comité de Ocupación de 15 personas, y su mandato se limitó a 24 horas. El teatro de la universidad presenció debates políticos día y noche para erradicar la distinción entre los trabajadores y los patrones. Se ocupó también la Escuela de Bellas Artes, donde se celebraron reuniones cada mañana para decidir los temas de actuación y se diseñaban posters de protesta, que irónicamente se convirtieron en objetos de coleccionistas ricos, a pesar de que en la mayoría se leían frases como: "No descansaremos hasta que el último burgués cuelgue de la rama más alta". Los trabajadores de Sud Aviation, cerca de Nantes, ocuparon su fábrica, y las plantas de Renault en Cleon, Flins, Le Mans y Boulogne Billancourt fueron a la huelga. Los sindicatos no controlaban algunas acciones emprendidas por los trabajadores, como encerrarse en fábricas, o declarar huelgas indefinidas. Los líderes de la CGT habían sido cogidos por sorpresa e intentaron desesperadamente no perder su influencia.

Miércoles 15: 15.200 obreros de la fábrica de Renault se encierran toda la noche secuestrando a los directores.
Jueves 16: miles de estudiantes marchan a Boulogne Billancourt, donde 35.000 trabajadores están en huelga. El paro en París, Lyón y la Normandía industrial es total.

Viernes 17: los controladores aéreos de Orly y la televisión francesa (ORTF) se unen a la huelga general convocada para el día 21.
Sábado 18: el sector del carbón, el transporte público de París, los Ferrocarriles Nacionales, los astilleros y el gas y la electricidad se unen a la huelga, pero los suministros domésticos y de emergencia se mantienen.

Domingo 19: la retirada de dinero de los bancos se limita a 500 francos ante la posibilidad de que los banqueros se unieran también a la huelga.

Lunes 20: los ferrys del Canal de la Mancha interrumpen su funcionamiento por falta de suministro de gasolina. La industria textil y los grandes comercios de París se unen a la huelga general del día siguiente. La plantilla de ORTF hacía las siguientes reivindicaciones: semana de 40 h, edad de jubilación más baja, derogación de las leyes anti-huelga de 1963, salario mínimo de 1000 francos por semana y la retirada de la influencia del gobierno en la televisión.

Miércoles 22: los profesores se declaran también en huelga, aunque muchos siguieron asistiendo a las escuelas para mantener el contacto con los estudiantes. Los trabajadores del gas y la electricidad también se unieron a la huelga manteniendo el suministro casi por completo; los alimentos llegaban a Paris como antes de la huelga, y los telegramas urgentes se entregaban pese a la huelga de trabajadores de correos. En algunas fábricas, se alteró la producción para adaptarla a las necesidades de la protesta, y los periodistas se negaron a dejar el monopolio de la información en la televisión y la radio.

Viernes 24: los agricultores de Nantes bloquearon las carreteras de acceso a la ciudad, y los obreros de los transportes controlaban todo el tráfico que llegaba, así como el combustible y los precios de los alimentos. Las tiendas tenían carteles que decían: “esta tienda está autorizada a abrir. Sus precios están bajo supervisión permanente del Comité”. Esta situación en Nantes duró una semana, y se llamó “la ciudad de los trabajadores”.
Este mismo día apareció De Gaulle en televisión, temiendo por la supervivencia de su gobierno, pidiendo “una participación mayor de todos en lo que nos concierne” al tiempo que 30.000 personas marchaban hacia el palacio de la Bastilla, que estaba fuertemente protegido por la policía al igual que todos los ministerios. Pero la Bolsa quedó desprotegida, y un gran número de manifestantes la asaltaron e incendiaron. Algunos grupos de izquierda perdieron los nervios, y otros les frenaron, impidiendo la toma del ministerio de finanzas. Unas declaraciones desafortunadas del líder estudiantil Daniel Cohn-Bendit le obligaron a exiliarse a Alemania.

Lunes 27: el gobierno garantiza un incremento del 35% en el salario mínimo industrial y del 12% de media para todos los trabajadores. De Gaulle se asegura de que tiene el apoyo del ejército antes de la marcha de 500.000 trabajadores pidiendo un “gobierno del pueblo”, pero pidiendo ya un gobierno.

Jueves 30: De Gaulle reaparece en televisión abandonando la idea del referéndum y convocando elecciones en 40 días. Prometió también medidas más suaves si “todo el pueblo francés se implica para que la existencia normal no se rompa por aquellos elementos (comunistas y anarquistas) que intentan evitar que los estudiantes estudien y los trabajadores trabajen”.

Miércoles 5: la mayoría de las huelgas han terminado, y se extiende un aire de derrotismo y desmoralización porque el capitalismo ha barrido Francia. Los que siguen protestando son aplastados en operaciones de estilo militar.

Finales de junio: todas las manifestaciones callejeras fueron prohibidas, y el PCF (partido comunista francés) dejó de apoyar las protestas. A finales de mes se retomaron los institutos y se quitaron las banderas rojinegras de la Sorbona. En las elecciones, De Gaulle ganó con el 60% de los votos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario