Orlando Segura Hervert.
En la SEDESOL, en la Comisión Federal de Electricidad, en las diversas clínicas de salud de carácter federal y hasta en los billetes de lotería, llaman a no dejarse presionar para votar, así por ejemplo en un “cachito” de la fortuna, observamos una leyenda en la parte superior izquierda que a la letra dice así: “ ningún superior jerárquico te puede obligar a emitir tu voto a favor de un partido político o candidato”, este tipo de indicaciones, pero en contextos diferentes aparecen inclusive en los programas sociales como adultos mayores, Seguro Popular y otros más.
Lo anterior forma parte de las acciones para hacer conciencia entre los electores de que los programas de gobierno son eso y nadie tiene derecho a utilizarlos para beneficio de algún instituto político o candidato a puesto de representación popular.
Con diferentes letreros, se les explica a los ciudadanos que nadie puede hacer uso de los recursos, ni desviar, ni utilizar dineros públicos para beneficio partidario, so pena de que se aplique la ley al infractor, mismas que trae aparejada sanciones que pueden llevar a quienes cometan los probables delitos electorales a la cárcel.
De esta forma se está llegando a la etapa final de las campañas, a partir de esta fecha 2 de julio, los electores tendrán un supuesto tiempo de paz y tranquilidad, de reflexión en el que los ciudadanos podrán escoger a quien los representará en la Cámara de Diputados y el próximo domingo, sancionar con el sufragio, eligiendo así en forma democrática al futuro legislador.
Lo mismo en los aparadores, las mamparas, la televisión, en los reintegros o series completas, aparecen los conceptos que invitan a no dejarse intimidar, a elegir libremente sin la coacción de los electores, y si se llegara a descubrir algún tipo de presión, para eso está la FEPADE (Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales), de tal forma que la población tiene infinidad de argumentos jurídicos para hacer valer su decisión. Todo está en que se atreva a interponer las denuncias ante los órganos jurisdiccionales correspondientes y posteriormente tendrá que esperar que proceda, de tal forma que lo que inhibe este tipo de cuestiones es la serie de vueltas y tortuguismo que se da en tales circunstancias ó situaciones.
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