Orlando Segura Hervert.
13 zanjas kilométricas y largas, mismas que atraviesan varias de ellas la ciudad, fueron oportunamente limpiadas por el personal de protección civil, limpia pública y hasta bomberos, en ella encontraron latas, plásticos, botellas, elecrodomésticos, colchones, bloques de cemento, etc., infinidad de kilogramos de desperdicios se quitaron de cada uno de éstos drenes naturales. Sin embargo, en algunas zonas como en la Cuauhtémoc, en donde se encuentran localizadas varias unidades habitacionales y escuelas de nivel superior, nuevamente están taponeados con bolsas de sabritas, cervezas, y otros productos, lo que indica que la gente, los jóvenes estudiantes no tienen conciencia de la importancia de mantener desazolvados éstas arterias importantes para que las colonias y partes bajas no se aneguen, es decir, no se inunden, declaró la Directora Municipal de Protección Civil, Isabel Ramos Vidal.
Es un cuento de nunca acabar, el azolvamiento perjudica a los habitantes, porque las lluvias que caen, buscan una salida, al no encontrarlas de manera natural, entonces se distribuyen en la superficie en la que se suponía había un camino para que éstas pudieran seguir su curso. Sin embargo, es el propio hombre el que de manera irresponsable, bloquea los drenes pluviales naturales, explicó que a veces consciente o inconscientemente arrojamos papeles fuera del carro, en lugar de colocar una pequeña bolsa en el automóvil para posteriormente recoger la basura que se genere en el automotor, en síntesis, indicó que no tenemos una cultura de la limpieza, lo que va en detrimento de nosotros mismos.
Mencionó algunas de las más importantes, mismas que por su distancia, requiere cierta vigilancia y supervisión, sobre todo en ésta temporada, las zanjas en cuestión deben estar limpias: Col del Valle, Ruiz Cortines, Rosa María, Ampliación Villa Rosita, Casa Bella, Galeana, Insurgentes, Libramiento, Héroes del 47, avenida Cuauhtémoc, camellones, etc.
13 zanjas kilométricas y largas, mismas que atraviesan varias de ellas la ciudad, fueron oportunamente limpiadas por el personal de protección civil, limpia pública y hasta bomberos, en ella encontraron latas, plásticos, botellas, elecrodomésticos, colchones, bloques de cemento, etc., infinidad de kilogramos de desperdicios se quitaron de cada uno de éstos drenes naturales. Sin embargo, en algunas zonas como en la Cuauhtémoc, en donde se encuentran localizadas varias unidades habitacionales y escuelas de nivel superior, nuevamente están taponeados con bolsas de sabritas, cervezas, y otros productos, lo que indica que la gente, los jóvenes estudiantes no tienen conciencia de la importancia de mantener desazolvados éstas arterias importantes para que las colonias y partes bajas no se aneguen, es decir, no se inunden, declaró la Directora Municipal de Protección Civil, Isabel Ramos Vidal.
Es un cuento de nunca acabar, el azolvamiento perjudica a los habitantes, porque las lluvias que caen, buscan una salida, al no encontrarlas de manera natural, entonces se distribuyen en la superficie en la que se suponía había un camino para que éstas pudieran seguir su curso. Sin embargo, es el propio hombre el que de manera irresponsable, bloquea los drenes pluviales naturales, explicó que a veces consciente o inconscientemente arrojamos papeles fuera del carro, en lugar de colocar una pequeña bolsa en el automóvil para posteriormente recoger la basura que se genere en el automotor, en síntesis, indicó que no tenemos una cultura de la limpieza, lo que va en detrimento de nosotros mismos.
Mencionó algunas de las más importantes, mismas que por su distancia, requiere cierta vigilancia y supervisión, sobre todo en ésta temporada, las zanjas en cuestión deben estar limpias: Col del Valle, Ruiz Cortines, Rosa María, Ampliación Villa Rosita, Casa Bella, Galeana, Insurgentes, Libramiento, Héroes del 47, avenida Cuauhtémoc, camellones, etc.
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