Por: Patricio González Quintanilla
patgq52@gmail.com
Los plásticos no biodegradables, que actualmente representan más del 90 por ciento de la basura que plaga el planeta, y que en los océanos esta creando vastas “islas flotantes” de desperdicios, algunas de ellas con cientos de kilómetros cuadrados de extensión, tiene el potencial de amenazar seriamente los ecosistemas marinos, al descubrirse que varios compuestos se degradan en el agua salada mas rápido que lo previsto, liberando al mar cantidades considerables de químicos tóxicos.
El estudio, llevado a cabo por científicos japoneses después de realizar un muestreo en varias regiones oceánicas, fue presentado recientemente a la Sociedad Química Americana (ACS) en Washington, D.C., y en el cual afirman que el plástico debe ser considerado como una nueva fuente de contaminación química en el océano.
Supuestamente considerados como compuestos muy resistentes a la degradación, estimada en periodos de tiempo que van de 100, 200 o más años, ciertos componentes derivados del polietileno, utilizados para la fabricación de utensilios para comida, aislantes al calor (styrofoam) y carcasas de artículos electrónicos, entre otros, muestran una degradación rápida en el agua de mar, que puede darse en un solo año, a partir de temperaturas oceánicas que rebasen los 30 grados centígrados y abundante radiación solar, condiciones que prevalecen particularmente en las regiones tropicales y subtropicales de la Tierra.
Los químicos tóxicos principales observados que se dispersan en el agua desde el inicio de la degradación, son el Bisfenol-A (BPA) y el monómero de estireno. El primero relacionado con afectaciones en el sistema reproductivo y el segundo que tiene efectos cancerigenos sobre la fauna marina que los absorben, entrando así a la cadena alimenticia y eventualmente con consecuencias sobre la fauna terrestre y el ser humano.
Considerando que al menos un 10 porciento de toda la basura plástica generada en la Tierra termina en el mar, a futuro la amenaza química del plástico deberá agregarse a la amenaza que por ingestión del mismo representa a la fauna marina, que bajo confusión o accidente confunden con alimento y afecta a mas de un 40 por ciento de la población total de aves marinas y un numero estimado de 267 especies de mamíferos, reptiles (tortugas) y peces, siendo esta ingestión, en muchos casos fatal para los animales.
Como dato adicional, las “islas flotantes” de basura plástica están alcanzando tamaños increíbles: la “Gran Mancha del Pacifico Oriental”, situada en el vortex de confluencia de corrientes marinas entre la costa de Estados Unidos y Hawaii tiene una extensión equivalente a la Republica del Perú, y ya se ha convertido en un sitio interesante visitado por exploradores de todo el mundo por la aberración que esto significa para nuestro planeta..
FUENTES: National Geographic, investigación propia. PGQ-VIII-2009.
Los plásticos no biodegradables, que actualmente representan más del 90 por ciento de la basura que plaga el planeta, y que en los océanos esta creando vastas “islas flotantes” de desperdicios, algunas de ellas con cientos de kilómetros cuadrados de extensión, tiene el potencial de amenazar seriamente los ecosistemas marinos, al descubrirse que varios compuestos se degradan en el agua salada mas rápido que lo previsto, liberando al mar cantidades considerables de químicos tóxicos.
El estudio, llevado a cabo por científicos japoneses después de realizar un muestreo en varias regiones oceánicas, fue presentado recientemente a la Sociedad Química Americana (ACS) en Washington, D.C., y en el cual afirman que el plástico debe ser considerado como una nueva fuente de contaminación química en el océano.
Supuestamente considerados como compuestos muy resistentes a la degradación, estimada en periodos de tiempo que van de 100, 200 o más años, ciertos componentes derivados del polietileno, utilizados para la fabricación de utensilios para comida, aislantes al calor (styrofoam) y carcasas de artículos electrónicos, entre otros, muestran una degradación rápida en el agua de mar, que puede darse en un solo año, a partir de temperaturas oceánicas que rebasen los 30 grados centígrados y abundante radiación solar, condiciones que prevalecen particularmente en las regiones tropicales y subtropicales de la Tierra.
Los químicos tóxicos principales observados que se dispersan en el agua desde el inicio de la degradación, son el Bisfenol-A (BPA) y el monómero de estireno. El primero relacionado con afectaciones en el sistema reproductivo y el segundo que tiene efectos cancerigenos sobre la fauna marina que los absorben, entrando así a la cadena alimenticia y eventualmente con consecuencias sobre la fauna terrestre y el ser humano.
Considerando que al menos un 10 porciento de toda la basura plástica generada en la Tierra termina en el mar, a futuro la amenaza química del plástico deberá agregarse a la amenaza que por ingestión del mismo representa a la fauna marina, que bajo confusión o accidente confunden con alimento y afecta a mas de un 40 por ciento de la población total de aves marinas y un numero estimado de 267 especies de mamíferos, reptiles (tortugas) y peces, siendo esta ingestión, en muchos casos fatal para los animales.
Como dato adicional, las “islas flotantes” de basura plástica están alcanzando tamaños increíbles: la “Gran Mancha del Pacifico Oriental”, situada en el vortex de confluencia de corrientes marinas entre la costa de Estados Unidos y Hawaii tiene una extensión equivalente a la Republica del Perú, y ya se ha convertido en un sitio interesante visitado por exploradores de todo el mundo por la aberración que esto significa para nuestro planeta..
FUENTES: National Geographic, investigación propia. PGQ-VIII-2009.
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