miércoles, 5 de agosto de 2009

TIENDA DE RAYA...

"Los excesos de la democracia"
Por: Imelda Torres Sandoval

Es evidente que no solo Miguel Martin perdió su constancia de mayoría por órden de la Sala Regional Electoral de Veracruz; los electores también hemos perdido algo: la confianza en la forma de elegir a nuestros representantes populares.

A casi todos los que estuvimos presentes en los días del voto por voto y casilla por casilla en la Junta Distrital 03, nos quedó claro que se revisaron uno por uno todos los sufragios emitidos por los electores de este distrito. Pero lo que no nos queda claro es la intención del PRI: primero pidió la revisión de las 426 casillas del Distrito 03, lo cual no lo favoreció y por mínimos 36 votos el triunfo fue para el PAN. Después, intentó un nuevo recurso, enfocado a anular casillas por supuestas irregularidades cometidas el día del proceso electoral. Curiosamente quien resuelve el recurso, es la Sala Regional de Veracruz, y curiosamente, le dan el triunfo al PRI. Ahora queda el último paso, que lo dará por supuesto el PAN: acudir ante el Tribunal Federal Electoral (TRIFE) en busca de la revisión de la actuación de la Sala Regional de Veracruz, que revocó la decisión de la Junta Distrital a favor de Miguel Martín y ordenó entregar constancia de mayoría a Martín Cristóbal.

¿El proceso electoral se trata de elegir a nuestro representantes mediante el voto o mediante recursos legales?
¿Las urnas dejaron de ser el instrumento de elección popular?
¿Son los tribunales quienes deciden a quien favorece la voluntad popular?
Si el PRI mantiene su victoria obtenida a través de la impugnación del resultado electoral de las urnas ¿realmente contará con la representatividad popular?
¿El ciudadano volverá a acudir a las urnas, después de dos procesos casi idénticos en resultados: el de Miguel Alcántar y el de Miguel Martín, en los cuales se anula el resultado obtenido en las votaciones por órdenes de una instancia judicial electoral?
¿El hambre de poder ha sustituido a la voluntad popular?

Usted apreciable lector, ¿qué opina?
Hasta la próxima.

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