miércoles, 9 de septiembre de 2009

A punto de arder la Nueva Sol.












Por Orlando Segura Hervert.
60 elementos de la Delegación de Seguridad Pública y otras dos patrullas más de la Policía Municipal, fueron suficientes para provocar histeria y dolor entre los habitantes de la Colonia Nuevo Sol, incluso tan solo la presencia, generó dos desmayos y problemas con una señora hipertensa, a partir de las 8 de la mañana, la quietud se rompió en esa demarcación territorial, cuando llegaron diversos elementos con una orden de desalojo promovida por Clemente Salinas, mediante el amparo 346/2008, causa que en su oportunidad falló el Tribunal Colegiado de Circuito de Boca del Río, dicha instancia a través del Juzgado Séptimo instruyó para que a la brevedad posible, los habitantes de dicho sector poblacional, tengan que abandonar sus hogares, dado que no cuentan con los argumentos legales para demostrar la posesión de dichos terrenos.
A las 8:35 de la mañana, el Secretario de Acuerdos, Wilfrido Olvera intentó notificar a los habitantes, acompañado de la fuerza pública, del Ministerio Público y de funcionarios diversos, pretendió llegar a un acuerdo para que de manera pacífica se alejaran del lugar, comprometiéndose a no dañar la integridad física de los pobladores. Inmediatamente la respuesta de las mujeres fue contundente, les llamaron abogados corruptos: ¿Cuánto vale tu dignidad?, ¿Cuánto vale tu lugar en el infierno?, unas damas alzaron las manos y oraron, pedían a Jesús que hiciera justicia, otras arremetieron contra las autoridades, manifestaban además que llevaban diez años en dicho sitio y solo querían paz y un lugar digno para vivir.
Uno de los afectados gritaba de su ronco pecho: “ustedes vienen con su ejército, nosotros venimos en el nombre de Jesucristo”, advirtiendo que no opondrían resistencia violenta, enfatizaban que su causa era justa y por lo tanto, no se saldrían de la colonia Nuevo Sol.
Afuera, los rumores comenzaban a circular, no habría ninguna acción de ejecución porque a nadie le convenía la irritación social, no se vislumbraban las máquinas o trascabos, maquinaria pesada utilizada generalmente para derrumbar las casas, levantar las láminas, la madera, se insistía en que se estaba negociando para llegar a un acuerdo de mutuo beneficio, los colonos insistían en que de ahí, no los moverían. Al unísono gritaban que querían a Fidel, se referían al gobernador para que interviniera en la solución del conflicto.
A las 11 de la mañana con algunos minutos, las unidades policiacas con el equipo antimotines se alejaban, lo que provocó la alegría de quienes desde un principio manifestaron unidad y disciplina para enfrentar un ordenamiento considerado como injusto. Al sitio también asistió la Cruz Roja, los paramédicos en la medida de sus posibilidades ingresaron y brindaron atención a quienes sufrieron algunos desvanecimientos, producto de la posibilidad de perder el patrimonio alcanzado durante toda una década

No hay comentarios:

Publicar un comentario