MALA SUERTE PARA COMERCIANTES DE LA PLAZA DE TODOS SANTOS

Por: Tere de Jesús Blasco Ramírez

Las condiciones climatológicas y el cambio de lugar en la realización de la tradicional plaza de todos santos; mermó considerablemente las ventas de estas personas, lo anterior a decir de propios participantes de actividad.
En un sondeo aplicado por este medio informativo; los comerciantes coincidieron al manifestar que el drástico cambio que se dio en la sede de la realización de ésta plaza, influyó considerablemente para que las primeras ventas fueran demasiado flojas a comparación de años anteriores; toda vez que las facilidades para transitar de manera segura para la ciudadanía durante el día, no fueron dadas.

Argumentaron que muchas amas de casa que acudieron a la plaza con sus hijos menores de edad, no pudieron recorrer lo puestos de venta con tranquilidad, debido a que en el otro carril del boulevard transitaban una gran cantidad de vehículos chicos y grandes, lo cual ocasionaba preocupación, pues las señoras no podían soltar a sus hijos ni un solo instante por temor a que éstos pudieran ser atropellados.
Los comerciantes señalaron, que otra de las cosas que no fueron favorables para ellos, sin duda alguna fue el ingreso de otro frente frío, el cual ocasionó algo de lluvia durante el día y no permitió compras tranquilas de la población. De hecho aseguraron que la cantidad de gente que asistió a la plaza en las primeras horas de su instalación fue muy poca.

Cabe hacer mención que los comerciantes expresaron su molestia con los elementos y el director de tránsito y vialidad municipal; pues la instalación de los puestos se permitió a partir de la 7 del viernes y en poco tiempo, estos empleados del ayuntamiento comenzaron a exigir y con malos tratos a los comerciantes que terminaran de acomodar su mercancía, toda vez que la mayoría la tenía colocada sobre el camellón del boulevard.
Ante estas situaciones, los participantes de la plaza de todos santos, solicitan a las autoridades municipales, que reconsideren el hecho de volver la plaza a su lugar de muchos años que es a un costado de la catedral, ya que resulta más cómodo tanto para los vendedores, como para los ciudadanos que acuden a ella.