Por Orlando Segura Hervert…
Las cosas han cambiado tanto que hasta la feligresía católica proveniente de Ixhuatlán de Madero se rebelan ante lo que consideran un grave error del Obispo Juan Navarro Castellano, quien decidió cambiar la parroquia hacia la población de Colatlán, cuestión que provocó la airada protesta de 51 comunidades, quienes a través de sus catequistas, asistieron con cartulinas al obispado ubicado en esta ciudad porteña.
Manifestaron su desacuerdo con el párroco Adan, indicaron que la iglesia católica no tenía porque pintarse de rojo, criticaron el que no se les consultara para aplicar una medida contraria a los intereses y derechos de la feligresía, cuestionaron la medida de quitar la parroquia como un aspecto antidemocrático.
Explicaron que no era posible que no se le haya pedido su opinión, sobre todo cuando varios de los afectados, son personas con más de 20 o 30 años de antigüedad en el ámbito del catolicismo
Indicaron a este medio que si no se les atiende en sus demandas, en un período de 15 días, nuevamente retornarán a Tuxpan para que su voz y preocupaciones sean escuchadas, de lo contrario, no se moverán de las instalaciones en donde reside la máxima autoridad de la diócesis. Por lo pronto, luego de varias horas de espera, lograron frenar el decreto de traslado de la parroquia y su centro ceremonial.
Ixhuatlán de Madero está integrada fundamentalmente por población indígena, hablan otros idiomas autóctonos, además del español, en muchas ocasiones no solo la política, sino también la religión los divide por lo que dicho asunto de la construcción de una de sus iglesias tendrá que ser revisado puntualmente por la jerarquía eclesiástica para no ahondar aún más sus diferencias.
La gente al ver las pancartas observaban como algo insólito lo que ahí se estaba presentando, más de alguno exclamo: “La efervescencia y la rebelión, también está llegando a la iglesia”, pidieron no exponer a la Casa de Dios a los sobresaltos del hombre…
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