Por: Tere Quintanilla/ Orlando Segura Hervert.
Solo el 5 por ciento del total de los municipios existentes en el país, son revisados y supervisados por parte de la Auditoría Superior de la Federación, es una cifra mínima que conlleva a que los mandatarios locales hagan lo que quieren con el manejo de ciertos recursos del orden federal, ramo 033, Fondo de Infraestructura Social Municipal, Fondo de Aportación y Fortalecimiento Municipal, Fondo Nacional de Desastres Naturales.
Por ley cada año en el marco del presupuesto se destinan determinadas cantidades para la realización de obras que supuestamente benefician a la comunidad, desafortunadamente la ASF, solo tiene capacidad para vigilar o someter a revisión en forma aleatoria a determinados municipios, sobre todo si hay denuncias, es decir, bajo la presión ó existencia y pedimento puntual, en ese contexto es cuando se aplican las auditorias.
Pero llegar a ese punto, representa cruzar la “frontera” de innumerables requisitos burocráticos que prácticamente inhiben el deseo de presentar las quejas o denuncias ante las instancias correspondientes,
Pero además, el marco normativo jurídico está hecho para que se echen la bolita, aspecto que fortalece la corrupción, ineficiencia, ineficacia y lo que es peor, el desvío de recursos. Cabe recordar que generalmente son millones de pesos los que en muchas de las ocasiones solo se justifican en el papel, en las facturas, pero en la realidad nunca se ejecutaron tales obras.
Algunos ayuntamientos reciben lo suficiente, otros casi nada y si se le agrega que no se utilizan los dineros para lo que fueron destinado, luego entonces, el atraso social se refleja fundamentalmente en zonas marginadas, en dichos lugares se acentúa la pobreza y el enriquecimiento de unos cuantos.
Solo el 5 por ciento del total de los municipios existentes en el país, son revisados y supervisados por parte de la Auditoría Superior de la Federación, es una cifra mínima que conlleva a que los mandatarios locales hagan lo que quieren con el manejo de ciertos recursos del orden federal, ramo 033, Fondo de Infraestructura Social Municipal, Fondo de Aportación y Fortalecimiento Municipal, Fondo Nacional de Desastres Naturales.
Por ley cada año en el marco del presupuesto se destinan determinadas cantidades para la realización de obras que supuestamente benefician a la comunidad, desafortunadamente la ASF, solo tiene capacidad para vigilar o someter a revisión en forma aleatoria a determinados municipios, sobre todo si hay denuncias, es decir, bajo la presión ó existencia y pedimento puntual, en ese contexto es cuando se aplican las auditorias.
Pero llegar a ese punto, representa cruzar la “frontera” de innumerables requisitos burocráticos que prácticamente inhiben el deseo de presentar las quejas o denuncias ante las instancias correspondientes,
Pero además, el marco normativo jurídico está hecho para que se echen la bolita, aspecto que fortalece la corrupción, ineficiencia, ineficacia y lo que es peor, el desvío de recursos. Cabe recordar que generalmente son millones de pesos los que en muchas de las ocasiones solo se justifican en el papel, en las facturas, pero en la realidad nunca se ejecutaron tales obras.
Algunos ayuntamientos reciben lo suficiente, otros casi nada y si se le agrega que no se utilizan los dineros para lo que fueron destinado, luego entonces, el atraso social se refleja fundamentalmente en zonas marginadas, en dichos lugares se acentúa la pobreza y el enriquecimiento de unos cuantos.
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