miércoles, 13 de octubre de 2010

SANTIAGUITO… UNA LECCIÓN DE VIDA..


¨Siempre que se hace una historia, se habla de un viejo, de un niño o de si,
pero mi historia es difícil, no voy hablarles de un hombre común...¨

Canción del Elegido
Silvio Rodriguez.


Por Santiago Lobato...

11 de septiembre de 2010, 8.15 de la noche. Cerca de Tulancingo, en una pequeña colina, recibo una llamada de mi primo Emigdio para darme una noticia terrible. Hace apenas unas horas, habíamos estado en el sepelio del Tio Beto Luna, y le hablaron a él Pidiéndole que me localizara. Le dio un infarto a Santiago, me informa, está grave. De ahí en adelante, un largo, larguísimo camino se me presentó para llegar a Tuxpan.

El autobús llegó en el tiempo estimado, que a mi se hizo como el triple. Ya se lo llevaron, me dice mi madre. Un paro-cardio respiratorio. Está con Rivas.

Ese día, y particularmente ese día, y después de 2 o casi 3 meses de intensos dolores de cadera, tuvo un día tranquilo. No se quejó. Comió opíparamente. Estuvo alegre...y después, simplemente se fue. Se fue tan rápido, como si pretendiera impedir cualquier intento de detenerlo.

Toda su vida fue de lucha. Al nacer, para vivir, después, para crecer, para desarrollarse, para darse entender, para aprender a comer. Nada fue fácil para él, y sin embargo, disfrutaba la vida como nadie. Los paseos, la comida, la música, ir de compras. Esos pequeños momentos de alegría, le daban aliento para seguirse rehabilitando. El no poder caminar, el no poder hablar, el no poder sentarse por sí solo, no fueron impedimentos para disfrutar la vida. La vivió con gran intensidad.

Después de 18 años, conociendo su fortaleza, su temperamento, sus ganas de luchar, puedo decir que mi hijo Santiago se fue como llegó, sin previo aviso y cuando se le pegó la gana.

Hoy, a un mes de su fallecimiento, de estar todos los días atesorando los recuerdos de su existencia, entiendo que la gran enseñanza de mi hijo, es que debo apreciar la vida, a todas horas, y en todo momento, como si fuera el último. No aferrarme a ella, sino vivirla y disfrutarla.

1 comentario:

  1. Su fortaleza, y su deseo de vida. Su gusto por la musica, su sonrisa, la mas sincera ya que no tenia que quedar bien con nadie, simplemente sonreia si le gustaba.

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