UNA MÁS DE FELIPILLO

Por Uriel Flores Aguayo…
uriel. flores. aguayo@hotmail.com
La autoría de ese nombre es de Vicente Fox, tal vez el más analfabeta de los presidentes que ha padecido nuestro país; también se le puede decir Felipin o Felipito dado su tamaño político y las formas torcidas y denigrantes con que llegó al puesto que ocupa. Se pudiera pensar en una falta de respeto a Felipe Calderón, yo no lo veo así, más bien creo que es una descripción bastante puntual.
Puede ser un desliz propio de su manera de ser, acartonado y sin sentido del humor, o parte de una estrategia para provocar la reacción equivocada; pero cualquier cosa que sea exhibe, una vez más, a un personaje pequeño y gris, cuya opinión negativa por su adversario lo lleva a darle trato de enemigo. Qué bien le vendría al país que Calderón cerrara la boca más seguido.
En esencia Calderón sigue pensando que Andrés Manuel López Obrador es un “peligro para México”, tal como lo difundieron con relativo éxito en la campaña presidencial del 2006. Siendo así, con tal pobreza conceptual e histórica, ahí tenemos las explicaciones más claras del porque es un mandatario que no manda y un presidente que solo preside en” los pinos”, cuyo poder radica en extender nombramientos a sus cuates, pagar facturas a los grupos de interés y declarar barbaridad y media.
Es profundamente antidemocrático señalar a alguien como peligroso en una competencia electoral, tal y como lo hicieron el PAN y Calderón con López Obrador en el 2006. Esa campaña negativa y de odio los mostró como gente sin escrúpulos, dispuestos a cualquier cosa para llegar al poder. El lema del “peligro para México” se diseño perversamente para manipular emociones e infundir miedo en los votantes. No tienen mayor merito el PAN y Calderón, ya que en lugar de ganar votos por sus propuestas o sus personalidades los obtuvieron por el temor que inyectaron en la gente.
Consciente o no Calderón le está haciendo un buen servicio a López Obrador, pues lo empuja a elevados niveles de protagonismo sin haber logrado que mordiera el anzuelo como cuando se dirigió al hablantín de Fox con el ya famoso: ¡“cállate chachalaca”!.
Las reacciones a lo que puede ser una tontería o una táctica de Calderón no se han hecho esperar: el PRI se apunta con una variedad de opiniones tratando de no quedarse fuera de este debate que puede ser polarizante, a gusto o no el PRD defiende a AMLO y los panistas actúan con la ambigüedad y la sorpresa que los caracteriza.
Para cualquier efecto no formal ya estamos en una adelantada campaña por la presidencia de la república. Lo dicho por Calderón simplemente viene a reforzar ese prematuro escenario: AMLO va a ser candidato del PT y tal vez de Convergencia, el PRD va a tener candidato propio o hará alianza con el PAN entorno a un aspirante sin partido, mientras que el PRI se unificará entorno al proyecto mediático de Peña Nieto. En un panorama donde la izquierda se divida lo más seguro es que estaría disputando el tercer lugar y dejando el camino libre para que la disputa real por lo presidencia se dé entre el PRI y el PAN.
El futuro del PRD se puede anticipar como dramático, puede irse solo y desaparecer, puede ir con el PAN y desaparecer o puede ir con AMLO y desaparecer. En todo caso su fuerza y potencial son mínimos ya que se ha vuelto un partido burocrático y de cascarón. Es muy difícil observar liderazgos con prestigio y convocatoria social; es el caso de Veracruz donde lo muy poquito que ha intentado la actual dirigencia lo han borrado sus diputados, que renunciaron a representar a los ciudadanos o, por lo menos, al partido que les dio la oportunidad de su vida. Con esos pequeñísimos personajes, cuales actores de tramas chuscas, no se puede esperar confianza y credibilidad de la gente. Son el botón de muestra del porqué la gente no va a seguir al PRD si se equivoca en sus decisiones e insiste en llevar una vida cupular. En el 2012 resurge o se muere el partido del sol azteca.

Recadito: sigamos apoyando a las comunidades que no están sirviendo de escenografía.