Por: Tere Quintanilla
Ciudadanos tuxpeñas han expresado incansablemente su hartazgo por los abusos de autoridad y prepotencia por parte de los agentes de la dirección de tránsito y vialidad municipal, quienes siguen al píe de la letra las instrucciones y amenazas por parte de su director Gilberto Álvaro Peña.
Una persona más el día de ayer fue víctima del abuso de autoridad de dicha corporación al estacionarse frente a la presidencia municipal sobre la avenida Juárez, lugar en donde no se obstruía ningún tipo de vialidad, sino que su camioneta Ranger americana rebasaba por algunos centímetros el señalamiento de término de estacionamiento.
El afectado señaló que su unidad no entorpecía para nada la circulación; sin embargo como no era funcionario ni influyente, de inmediato llego la grúa para llevarse su vehículo y quitarle mínimo 500 pesos de multa, cuando a otras personas no se les dice nada por estacionarse incluso en donde esta el señalamiento de terminación; apuntó molesto, quien no quiso ni proporcionar sus generales.
Cabe hacer mención que poco después de efectuado el levantamiento de la Ranger americana, llego otro vehículo de lujo al mismo lugar y rebasando la misma línea de lo permitido para tal acción, permaneciendo por tiempo superior a los cuarenta minutos y ninguna autoridad de tránsito aplico la supuesta ley como en el primer caso.
Dicha acción de inmediato genero comentarios entre las personas que fueron testigos de ambos casos, asegurando que ese tipo de favoritismos se aplicaron durante toda a administración teniendo al frente de dicha área a Gilberto Álvaro Peña.
Aunado a ello, existen también quejas respecto al mal trato con la que los agentes se dirigen la mayoría de las ocasiones hacía las personas sin importar si son turistas o tuxpeños.
Por lo anterior, expresaron su deseo de que las cosas cambien y que la próxima administración ponga en dicho cargo a personas capaces, conocedoras del área y con la disposición de atender sin prepotencia a los ciudadanos; pero principalmente un funcionario capaz, y que no tenga favoritismos.
Ciudadanos tuxpeñas han expresado incansablemente su hartazgo por los abusos de autoridad y prepotencia por parte de los agentes de la dirección de tránsito y vialidad municipal, quienes siguen al píe de la letra las instrucciones y amenazas por parte de su director Gilberto Álvaro Peña.
Una persona más el día de ayer fue víctima del abuso de autoridad de dicha corporación al estacionarse frente a la presidencia municipal sobre la avenida Juárez, lugar en donde no se obstruía ningún tipo de vialidad, sino que su camioneta Ranger americana rebasaba por algunos centímetros el señalamiento de término de estacionamiento.
El afectado señaló que su unidad no entorpecía para nada la circulación; sin embargo como no era funcionario ni influyente, de inmediato llego la grúa para llevarse su vehículo y quitarle mínimo 500 pesos de multa, cuando a otras personas no se les dice nada por estacionarse incluso en donde esta el señalamiento de terminación; apuntó molesto, quien no quiso ni proporcionar sus generales.
Cabe hacer mención que poco después de efectuado el levantamiento de la Ranger americana, llego otro vehículo de lujo al mismo lugar y rebasando la misma línea de lo permitido para tal acción, permaneciendo por tiempo superior a los cuarenta minutos y ninguna autoridad de tránsito aplico la supuesta ley como en el primer caso.
Dicha acción de inmediato genero comentarios entre las personas que fueron testigos de ambos casos, asegurando que ese tipo de favoritismos se aplicaron durante toda a administración teniendo al frente de dicha área a Gilberto Álvaro Peña.
Aunado a ello, existen también quejas respecto al mal trato con la que los agentes se dirigen la mayoría de las ocasiones hacía las personas sin importar si son turistas o tuxpeños.
Por lo anterior, expresaron su deseo de que las cosas cambien y que la próxima administración ponga en dicho cargo a personas capaces, conocedoras del área y con la disposición de atender sin prepotencia a los ciudadanos; pero principalmente un funcionario capaz, y que no tenga favoritismos.
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