Por Uriel Flores Aguayo
urielfloresaguayo@hotmail.com
Dentro y en los alrededores de Xalapa se están construyendo aproximadamente 20,000 casas de interés social, aparentemente sin planeación, sin una lógica de desarrollo urbano y sin atender la demanda real de vivienda en nuestra ciudad y la región. Dichas urbanizaciones se localizan en Xalapa (reserva de “El tronconal “ ), Coatepec (Mahuixtlan ) y a un lado de la congregación “ San Antonio Paso del Toro “ , dos en terrenos que fueron de producción agrícola y uno en la reserva territorial que estaba destinada para resolver las necesidades de la gente más pobre. Si en promedio cada casa supone una familia de tres integrantes estaríamos hablando de una incorporación de 60,000 personas a la población actual de esta zona, que pueden ser habitantes actuales que se desplazan a algo propio o familias recién llegadas al “milagroso” Veracruz que “late con fuerza “.
A esos gigantescos fraccionamientos hay que agregar una multitud de pequeñas y medianas unidades habitacionales surgidas por todos lados, donde sea, en cerros, cañadas y en cualquier rincón donde puedan levantar casitas y casotas.
Al parecer estamos ante un caso de lo que se denomina urbanismo salvaje, ese que no respeta leyes, ni al medio ambiente y que, pasando por el interés colectivo, sólo tiene como objetivo el negocio y la ganancia. Preocupa que estamos ante empresas muy poderosas que, en otros estados, han sido denunciadas por sus afectaciones a la naturaleza y por entregar obras de mala calidad. Preocupa, también, que los permisos otorgados por las autoridades se basen en criterios políticos y en la muy probable corrupción.
Es evidente que la construcción de miles y miles de viviendas no considera la infraestructura aledaña, las vías de comunicación y otros servicios indispensables como el agua potable; algo hay de irracional y mucho de irresponsabilidad cuando se hacen y se autorizan casas por todos lados sin tomar en cuenta, por ejemplo, la carencia tan grave que de agua tiene Xalapa.
Con el libramiento a punto de concluir, con las docenas de urbanizaciones hasta las saturación y con esos tres polos de viviendas se crea un anillo explosivo entorno a Xalapa, que va a presionar su crecimiento desproporcionado. Tendremos en un futuro inmediato la ampliación consolidada de nuestra zona metropolitana con todas las consecuencias y problemas que eso implica.
Si no se detiene o se regula con seriedad el crecimiento de Xalapa vamos enfilados al caos; administraciones van y vienen pero se han desentendido de la solución de fondo en los principales problemas de Xalapa: desarrollo social, gobernabilidad, seguridad transporte urbano y vialidad, agua potable y políticas públicas que fomenten ciudadanía.
Después de dos gobiernos municipales de corte gerencial, de pocos resultados, casi de tiempo perdido, viene nuevamente la oportunidad a los políticos en el sentido puro y más amplio de la expresión. Es muy pesada la loza que dejan de herencia al próximo cabildo, se requerirá una amplia convocatoria, seria y eficaz, a todos los sectores, grupos y ciudadanos para reorientar democráticamente el rumbo de Xalapa. De entrada hay que aplicar la ley y los reglamentos sin excepciones, velar por el interés general y redefinirle su personalidad culta, solidaria y comprometida a Xalapa.
Recadito: después de hacer la primera marcha del sexenio el domingo 19 despedimos el año con una convivencia fraternal. Invitan el FAS y el MOPI.
urielfloresaguayo@hotmail.com
Dentro y en los alrededores de Xalapa se están construyendo aproximadamente 20,000 casas de interés social, aparentemente sin planeación, sin una lógica de desarrollo urbano y sin atender la demanda real de vivienda en nuestra ciudad y la región. Dichas urbanizaciones se localizan en Xalapa (reserva de “El tronconal “ ), Coatepec (Mahuixtlan ) y a un lado de la congregación “ San Antonio Paso del Toro “ , dos en terrenos que fueron de producción agrícola y uno en la reserva territorial que estaba destinada para resolver las necesidades de la gente más pobre. Si en promedio cada casa supone una familia de tres integrantes estaríamos hablando de una incorporación de 60,000 personas a la población actual de esta zona, que pueden ser habitantes actuales que se desplazan a algo propio o familias recién llegadas al “milagroso” Veracruz que “late con fuerza “.
A esos gigantescos fraccionamientos hay que agregar una multitud de pequeñas y medianas unidades habitacionales surgidas por todos lados, donde sea, en cerros, cañadas y en cualquier rincón donde puedan levantar casitas y casotas.
Al parecer estamos ante un caso de lo que se denomina urbanismo salvaje, ese que no respeta leyes, ni al medio ambiente y que, pasando por el interés colectivo, sólo tiene como objetivo el negocio y la ganancia. Preocupa que estamos ante empresas muy poderosas que, en otros estados, han sido denunciadas por sus afectaciones a la naturaleza y por entregar obras de mala calidad. Preocupa, también, que los permisos otorgados por las autoridades se basen en criterios políticos y en la muy probable corrupción.
Es evidente que la construcción de miles y miles de viviendas no considera la infraestructura aledaña, las vías de comunicación y otros servicios indispensables como el agua potable; algo hay de irracional y mucho de irresponsabilidad cuando se hacen y se autorizan casas por todos lados sin tomar en cuenta, por ejemplo, la carencia tan grave que de agua tiene Xalapa.
Con el libramiento a punto de concluir, con las docenas de urbanizaciones hasta las saturación y con esos tres polos de viviendas se crea un anillo explosivo entorno a Xalapa, que va a presionar su crecimiento desproporcionado. Tendremos en un futuro inmediato la ampliación consolidada de nuestra zona metropolitana con todas las consecuencias y problemas que eso implica.
Si no se detiene o se regula con seriedad el crecimiento de Xalapa vamos enfilados al caos; administraciones van y vienen pero se han desentendido de la solución de fondo en los principales problemas de Xalapa: desarrollo social, gobernabilidad, seguridad transporte urbano y vialidad, agua potable y políticas públicas que fomenten ciudadanía.
Después de dos gobiernos municipales de corte gerencial, de pocos resultados, casi de tiempo perdido, viene nuevamente la oportunidad a los políticos en el sentido puro y más amplio de la expresión. Es muy pesada la loza que dejan de herencia al próximo cabildo, se requerirá una amplia convocatoria, seria y eficaz, a todos los sectores, grupos y ciudadanos para reorientar democráticamente el rumbo de Xalapa. De entrada hay que aplicar la ley y los reglamentos sin excepciones, velar por el interés general y redefinirle su personalidad culta, solidaria y comprometida a Xalapa.
Recadito: después de hacer la primera marcha del sexenio el domingo 19 despedimos el año con una convivencia fraternal. Invitan el FAS y el MOPI.
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