Por: Tere Quintanilla
En una encuesta realizada a consumidores del mercado Enrique Rodríguez Cano y también a locatarios del mismo, se pudo saber que la gente con escasos recurso destina en promedio el 90 por ciento de su salario a la compra de alimentos, por lo cual en este momento son quienes más padecen, pues los productos básicos han aumentado su costo desmesuradamente.
Al respecto socios de la CANACO coincidieron en que el aumento al salario mínimo debe basarse en el incremento de la canasta básica y no en la inflación, pues de esta manera puede representar un porcentaje más real y que la gente con menos recursos se vea más afectada en su bolsillo.
Y es que descuerdo a la media nacional la gente destina entre el 36 y 37 por ciento de sus ingresos a la compra de alimentos, mientras que quienes tienen una posición económica buena solo un 10 ó 15 por ciento, los más pobres gastan el 90 por ciento de sus ingresos.
“Por ello es que no se puede asegurar que el poder de compra ha disminuido para todos por igual, ya que es evidente que no todas las personas ganan ni gastan lo mismo, aun cuando las mayorías son las más afectadas y las que más padecen”, destacó uno de los agremiados a la CANACO, proveniente de Álamo Temapache.
Y es que hasta el momento el malestar de los trabajadores por el aumento recibido, se traduce a unos cuantos pesos diarios que no alcanzan ni para cubrir lo que suben diariamente los alimentos, como el limón que ya rebasó los 35 pesos por kilo.
En una encuesta realizada a consumidores del mercado Enrique Rodríguez Cano y también a locatarios del mismo, se pudo saber que la gente con escasos recurso destina en promedio el 90 por ciento de su salario a la compra de alimentos, por lo cual en este momento son quienes más padecen, pues los productos básicos han aumentado su costo desmesuradamente.
Al respecto socios de la CANACO coincidieron en que el aumento al salario mínimo debe basarse en el incremento de la canasta básica y no en la inflación, pues de esta manera puede representar un porcentaje más real y que la gente con menos recursos se vea más afectada en su bolsillo.
Y es que descuerdo a la media nacional la gente destina entre el 36 y 37 por ciento de sus ingresos a la compra de alimentos, mientras que quienes tienen una posición económica buena solo un 10 ó 15 por ciento, los más pobres gastan el 90 por ciento de sus ingresos.
“Por ello es que no se puede asegurar que el poder de compra ha disminuido para todos por igual, ya que es evidente que no todas las personas ganan ni gastan lo mismo, aun cuando las mayorías son las más afectadas y las que más padecen”, destacó uno de los agremiados a la CANACO, proveniente de Álamo Temapache.
Y es que hasta el momento el malestar de los trabajadores por el aumento recibido, se traduce a unos cuantos pesos diarios que no alcanzan ni para cubrir lo que suben diariamente los alimentos, como el limón que ya rebasó los 35 pesos por kilo.
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