
Tuxpan, Ver...Que tendrá que ver el aumento de la gasolina en el incremento de los precios de diversos artículos, se preguntó Doña Esperanza García González, al observar en las tiendas grandes, diversos productos también aumentaron, puso de ejemplo el agua Ciel, mismo que la semana pasada, concretamente el viernes tenía un costo de 18 pesos con 50 centavos el garrafón y ahora para sorpresa de la señora García González, la etiqueta marcaba 24 pesos.
La dama en cuestión hizo cuentas y notó que de “golpe y porrazo” el vital líquido de la distinguida empresa subió un 30 por ciento. Diversos comerciantes señalaron a este medio que la justificación de los proveedores es que el combustible tuvo sus cambios y por lo tanto, alguien tiene que pagar dichas variaciones, afectando generalmente los bolsillos de los consumidores.
Los responsables de la economía señalan que los ajustes son necesarios, pero la mayoría de la gente no entiende el porqué siempre el perjudicado es el de abajo, el hombre de la calle, la mujer que le toca llevar el mandado a su hogar y que está obligada a estirar el salario que le proporciona su marido.
Pelancha como cariñosamente la llaman, hace cuentas y dice que comer en la actualidad es un lujo, el kilogramo de carne de res lo encuentra en 70 pesos, el kilogramo de carne de puerco en 60, el tomate a veces está en 17 pero hay ocasiones en que se lo ofertan hasta en 35 y 40 pesos, el huevo anda en 20 pesos. Total, dice la entrevistada hay que buscarle porque no hay salario que alcance y sin embargo el gobierno federal insiste en que vamos mejor…
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