Por Orlando Segura Hervert…
Diversos tramos de la carretera a los kilómetros, en donde se asientan 21 comunidades, están parcial y totalmente destruidos, ello se debe, no al paso de los comuneros, ejidatarios y pobladores de aquellos lugares; sino al tránsito pesado que cotidianamente lleva equipo a la Central Ciclo Combinado, pero además, la empresa de todos, Petróleos Mexicanos, han hecho de las suyas, contribuyendo en la destrucción de esa ruta, indispensable para un buen número de ciudadanos tuxpeños.
De la comunidad La Victoria hasta Chacoaco, hay infinidad de baches, y del kilómetro 15 Aire Libre hacia Unión Fenosa o Miramar, el acceso está para llorar, dicen los habitantes de aquella zona.
La demanda de rehabilitación no fue oportunamente solucionada por los funcionarios de comunicaciones, pero también son responsables las instancias arriba mencionada porque por esa superficie pasan los ductos que distribuyen parte de los hidrocarburos.
Ya no se diga de las compañías extranjeras, tanto la española y la japonesa, quienes generalmente con baratijas y mochilitas pretenden encender la llama de la solidaridad y al altruismo, con dichas campañas de beneficios exiguos y raquíticos, compran el silencio de los tuxpeños.
Ganan mucho y entrega poco, obtienen jugosas ganancias y solo dejan libretitas escolares a determinadas escuelas, cuando lo importante y trascendental es que le apuesten al crecimiento y desarrollo de toda esa región, y ese punto pasa por el arreglo definitivo de los caminos rurales y de los kilómetros, señalaron habitantes a este medio informativo.
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