Por ser un asunto de
seguridad nacional, ni PEMEX, ni Protección Civil, informan por donde pasan las
líneas de conducción y ductos de la empresa de todos los mexicanos, de esta manera,
ningún funcionario quiere dar pormenores de los sitios geográficos y
específicos por la que atraviesa la tubería de dicha paraestatal.
A simple vista lo que
se observan por diferentes partes del municipio porteño, son los letreros de
PEMEX, en los que se pide no perforar, no cavar en determinadas zonas, eso si,
proporcionan un 01800 por si observan anomalías o cualquier irregularidad
cometida por personas que quieran sustraer el combustible.
Todo lo anterior,
convierte a Tuxpan en un laberinto lleno de conexiones que ponen en riesgo a la
población, con esos peligros tienen que convivir la población. Lo mas
sorprendente, dijeron varios de los entrevistados es que dichos tubos, tienen
muchos años de existencia y a diferencia de sexenios anteriores, se les daba
mantenimiento permanente, pero ahora, prevalece la irresponsabilidad, de tal
manera que accidentes como los recientemente suscitados en Coatzacoalcos o
Alamo, podrían ocurrir en cualquier parte del territorio veracruzano, incluido
el municipio de Tuxpan.
Urgieron para que
Protección Civil tanto estatal como municipal, más allá del Atlas de Riesgo,
ponga especial atención a los lugares en donde haya alguna actividad de
almacenamiento, distribución ó perforación de Petróleos Mexicanos.
En ese contexto,
mencionaron la ruta de los kilómetros, Cobos, Boulevard a la altura de la
primera región naval, CREN y desde luego la Barra Norte, evitar la invasión de
terrenos pertenecientes a la empresa pública petrolera, supervisar y recorrer
las gasolineras, todo ello garantizará la seguridad de los habitantes.
Afirmaron los
consultados, los accidentes no nacen, se hacen y por lo tanto hay que aplicar
todo un plan de acción preventivo, de lo contrario, cualquier día, Dios no lo
quiera, algún lugar amanecerá en llamas.
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