Luis Velázquez
Fidel Herrera Beltrán (FHB) insiste en estar retirado de la política y por ningún concepto será diputado federal plurinominal.
Desde luego, se duda, porque en política, lo dijo el filósofo de Neandertal, no hay hombre muerto.
Además, y como lo ha dicho el filósofo de Nopaltepec, pariente de Rafael ‘’El negro’’ Cruz, en política hay tiempo de sumar, tiempo de sumarse y tiempo de sumirse.
En todo caso, “El tío” estaría, por lo pronto, en el retiro, esperando, quizá, a que las aguas vuelvan a su cauce, luego de que Ernesto Zedillo ha sido demandado en una corte internacional por la masacre de Acteal y de que Felipe Calderón ha ordenado a la PGR rastrear pistas sobre el enriquecimiento de Vicente Fox.
Pero además, luego de que la PGR ha arraigado a tres exgobernadores de Tamaulipas, a saber, Manuel Cavazos, Tomás Yarrington y Eugenio Hernández.
Y además, luego de que en Oaxaca el gobernador Gabino Cué ha logrado inhabilitar por 20 años a nueve funcionarios del góber rijoso, Ulises Ruiz, y de que el exgóber de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía quedó preso, y de que unos secretarios de Ulises Ruiz han caído a las rejas.
Y, claro, luego de que el profe Humberto Moreira fuera destituido de la presidencia del CEN del PRI por el trastupije de 33 millones de pesos solicitado en crédito a tres bancos con el mismo documento.
El tío de Nopaltepec, no obstante, repite que ha colgado los guantes de la política y ahora, bueno, se dedicará a viajar por el mundo para estudiar el sistema político de otros continentes, impartir conferencias magistrales, dar asesoría y escribir artículos y libros.
De ser así, se habría cerrado el último capítulo de un político cuya vida pública iniciara con Luis Echeverría Álvarez, aquel presidente acusado de la masacre de Tlatelolco, y terminara con Felipe Calderón, el presidente panista que por alguna razón lo odia y alimenta un rencor creciente.
Es decir, el tío de Nopaltepec habría aprendido el arte de la conducción de hombres y mujeres en el viejo PRI, cuando en el país el partido tricolor estaba solo, sin adversarios ni enemigos fuertes y poderosos que en el año 2000 lo expulsaran de Los Pinos.
Fidel Herrera Beltrán (FHB) insiste en estar retirado de la política y por ningún concepto será diputado federal plurinominal.
Desde luego, se duda, porque en política, lo dijo el filósofo de Neandertal, no hay hombre muerto.
Además, y como lo ha dicho el filósofo de Nopaltepec, pariente de Rafael ‘’El negro’’ Cruz, en política hay tiempo de sumar, tiempo de sumarse y tiempo de sumirse.
En todo caso, “El tío” estaría, por lo pronto, en el retiro, esperando, quizá, a que las aguas vuelvan a su cauce, luego de que Ernesto Zedillo ha sido demandado en una corte internacional por la masacre de Acteal y de que Felipe Calderón ha ordenado a la PGR rastrear pistas sobre el enriquecimiento de Vicente Fox.
Pero además, luego de que la PGR ha arraigado a tres exgobernadores de Tamaulipas, a saber, Manuel Cavazos, Tomás Yarrington y Eugenio Hernández.
Y además, luego de que en Oaxaca el gobernador Gabino Cué ha logrado inhabilitar por 20 años a nueve funcionarios del góber rijoso, Ulises Ruiz, y de que el exgóber de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía quedó preso, y de que unos secretarios de Ulises Ruiz han caído a las rejas.
Y, claro, luego de que el profe Humberto Moreira fuera destituido de la presidencia del CEN del PRI por el trastupije de 33 millones de pesos solicitado en crédito a tres bancos con el mismo documento.
El tío de Nopaltepec, no obstante, repite que ha colgado los guantes de la política y ahora, bueno, se dedicará a viajar por el mundo para estudiar el sistema político de otros continentes, impartir conferencias magistrales, dar asesoría y escribir artículos y libros.
De ser así, se habría cerrado el último capítulo de un político cuya vida pública iniciara con Luis Echeverría Álvarez, aquel presidente acusado de la masacre de Tlatelolco, y terminara con Felipe Calderón, el presidente panista que por alguna razón lo odia y alimenta un rencor creciente.
Es decir, el tío de Nopaltepec habría aprendido el arte de la conducción de hombres y mujeres en el viejo PRI, cuando en el país el partido tricolor estaba solo, sin adversarios ni enemigos fuertes y poderosos que en el año 2000 lo expulsaran de Los Pinos.
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