Por Orlando Segura Hervert…
Desde el 2002, Autobuses de Oriente está prometiendo una y otra vez, la construcción de una terminal, moderna y de vanguardia, que ofrezca calidez, calidad y un excelente servicio a los pasajeros. Sin embargo, a una década de distancia, todo ha quedado en promesas, las maquetas van y vienen, y en definitiva, no se sabe si construirán las tan mencionadas instalaciones en la zona centro o bien, decidirán retirarse hacia las salidas de la ciudad porteña.
Lo ideal, dicen los ciudadanos consultados, sería que se retiren de donde están, dado que en las grandes urbes, no se quedan en la parte céntrica, por el contrario, buscan las orillas, aquellos espacios alejados del tráfico, aunque el propio crecimiento de la mancha urbana, al final los alcanza.
Hace casi diez años, se firmó un acuerdo en el que el gobierno federal cedía la aduana ubicada en el boulevard al municipio, el ayuntamiento hacía lo propio al ADO y la empresa contribuía con el terreno localizado en la calle Cuauhtémoc, otorgándoselos a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Sin embargo, todo se quedó en la tramitología, el burocratismo y las palabras incumplidas de los empresarios, quienes en su momento dijeron disponer de 100 millones de pesos para modernizar las actuales instalaciones, en síntesis, ofrecimientos vagos que no han dejado satisfecho a nadie.
En cierto período, un expresidente municipal, contrató operadores políticos para enarbolar la bandera de que dicha empresa se saliera de la Vicente Guerrero y la Avenida Genaro Rodríguez, en ese tenor, impidieron el arribo de las unidades, pero bastó una llamada del mas alto nivel y el operativo fue frenado de inmediato, todo quedó congelado y actualmente el ADO, sigue ahí, goza de cabal salud…
Desde el 2002, Autobuses de Oriente está prometiendo una y otra vez, la construcción de una terminal, moderna y de vanguardia, que ofrezca calidez, calidad y un excelente servicio a los pasajeros. Sin embargo, a una década de distancia, todo ha quedado en promesas, las maquetas van y vienen, y en definitiva, no se sabe si construirán las tan mencionadas instalaciones en la zona centro o bien, decidirán retirarse hacia las salidas de la ciudad porteña.
Lo ideal, dicen los ciudadanos consultados, sería que se retiren de donde están, dado que en las grandes urbes, no se quedan en la parte céntrica, por el contrario, buscan las orillas, aquellos espacios alejados del tráfico, aunque el propio crecimiento de la mancha urbana, al final los alcanza.
Hace casi diez años, se firmó un acuerdo en el que el gobierno federal cedía la aduana ubicada en el boulevard al municipio, el ayuntamiento hacía lo propio al ADO y la empresa contribuía con el terreno localizado en la calle Cuauhtémoc, otorgándoselos a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Sin embargo, todo se quedó en la tramitología, el burocratismo y las palabras incumplidas de los empresarios, quienes en su momento dijeron disponer de 100 millones de pesos para modernizar las actuales instalaciones, en síntesis, ofrecimientos vagos que no han dejado satisfecho a nadie.
En cierto período, un expresidente municipal, contrató operadores políticos para enarbolar la bandera de que dicha empresa se saliera de la Vicente Guerrero y la Avenida Genaro Rodríguez, en ese tenor, impidieron el arribo de las unidades, pero bastó una llamada del mas alto nivel y el operativo fue frenado de inmediato, todo quedó congelado y actualmente el ADO, sigue ahí, goza de cabal salud…
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