Falla en Veracruz política migratoria
Luis Velázquez
Claudia Ramón Perea es la directora de Atención a Migrantes del Veracruz próspero. Pero de acuerdo con sus acciones, llegó ahí sin una idea sobre la política migratoria ni menos sobre el asunto de los indocumentados que tanto ha desacreditado al estado de Veracruz, considerado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) como la entidad más peligrosa.
Por ejemplo, el 13 de enero, 2011, Ramón Perea entregó en Coatzacoalcos ‘’juguetes, dulces, refrescos y un magno festival familiar’’ a los niños de unas colonias populares.
Y, bueno, su caridad cristiana, apostólica y romana se valora cortándose las venas por los niños pobres en el día de reyes, pero su tarea es otra. A menos, claro, que los 4 mil niños sean hijos de migrantes reclutados en la colonia Santa María.
El viernes 9 de diciembre de 2011, la directora de Atención a Migrantes viajó a Reynosa, Tamaulipas, y al sur del Valle de Texas, para donar una ambulancia ‘’que estará”, dice el boletín, “al servicio de los migrantes en ambos lados de la frontera así como para aquellos veracruzanos que son deportados por el puerto fronterizo de la ciudad de Reynosa’’.
Y es que en Reynosa, según el boletín, hay migrantes de Veracruz habitando ‘’en las más de 400 colonias de la ciudad’’, a tal grado el número que existen hasta líderes.
Y los líderes, quizá, pudieron tramitar una ambulancia, cuando en todo caso se necesita incentivar una política económica capaz de empujar la creación de empleos, sin necesidad de andar por el mundo buscando un trabajo digno y decoroso.
Y ni hablar, se trata, de igual manera de un gesto solidario, pero, en todo caso, si entregó, a nombre del Veracruz próspero, una ambulancia en Reynosa, también, por añadidura, debiera entregarse una en cada punto geográfico donde hay migrantes paisanos.
Y de ser así, pues, digamos, cada alcalde de la entidad con migrantes pudiera aportar su cuota.
Claro, poco se arregla con el donativo de ambulancias, cuando la CNDH ha clasificado a 14 localidades de Veracruz como las más riesgosas del país, y hacia donde la dirección de Atención a Migrantes habría de canalizar su esfuerzo prioritario, pues si en efecto, el mundo de Ramón Perea son los migrantes paisanos, también los centroamericanos, pues caminan por el territorio local.
Y ni modo de abandonarlos a la mano de Dios y del padre José Alejandro Solalinde Guerra, director del albergue ‘’Hermanos en el camino’’.
Sería tanto como lavarse las manos
Luis Velázquez
Claudia Ramón Perea es la directora de Atención a Migrantes del Veracruz próspero. Pero de acuerdo con sus acciones, llegó ahí sin una idea sobre la política migratoria ni menos sobre el asunto de los indocumentados que tanto ha desacreditado al estado de Veracruz, considerado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) como la entidad más peligrosa.
Por ejemplo, el 13 de enero, 2011, Ramón Perea entregó en Coatzacoalcos ‘’juguetes, dulces, refrescos y un magno festival familiar’’ a los niños de unas colonias populares.
Y, bueno, su caridad cristiana, apostólica y romana se valora cortándose las venas por los niños pobres en el día de reyes, pero su tarea es otra. A menos, claro, que los 4 mil niños sean hijos de migrantes reclutados en la colonia Santa María.
El viernes 9 de diciembre de 2011, la directora de Atención a Migrantes viajó a Reynosa, Tamaulipas, y al sur del Valle de Texas, para donar una ambulancia ‘’que estará”, dice el boletín, “al servicio de los migrantes en ambos lados de la frontera así como para aquellos veracruzanos que son deportados por el puerto fronterizo de la ciudad de Reynosa’’.
Y es que en Reynosa, según el boletín, hay migrantes de Veracruz habitando ‘’en las más de 400 colonias de la ciudad’’, a tal grado el número que existen hasta líderes.
Y los líderes, quizá, pudieron tramitar una ambulancia, cuando en todo caso se necesita incentivar una política económica capaz de empujar la creación de empleos, sin necesidad de andar por el mundo buscando un trabajo digno y decoroso.
Y ni hablar, se trata, de igual manera de un gesto solidario, pero, en todo caso, si entregó, a nombre del Veracruz próspero, una ambulancia en Reynosa, también, por añadidura, debiera entregarse una en cada punto geográfico donde hay migrantes paisanos.
Y de ser así, pues, digamos, cada alcalde de la entidad con migrantes pudiera aportar su cuota.
Claro, poco se arregla con el donativo de ambulancias, cuando la CNDH ha clasificado a 14 localidades de Veracruz como las más riesgosas del país, y hacia donde la dirección de Atención a Migrantes habría de canalizar su esfuerzo prioritario, pues si en efecto, el mundo de Ramón Perea son los migrantes paisanos, también los centroamericanos, pues caminan por el territorio local.
Y ni modo de abandonarlos a la mano de Dios y del padre José Alejandro Solalinde Guerra, director del albergue ‘’Hermanos en el camino’’.
Sería tanto como lavarse las manos
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