ENVIADO A VAXTUXPAN...
Por Dip. Laura Itzel Castillo Juárez...
El pasado 26 de abril, diputados del PRD y PT decidimos tomar la tribuna como una medida extrema, con el objeto de impedir la aprobación del “moderno” Código Federal de Proceso Penal Acusatorio, a mi juicio, una reminicencia diazordacista.
Obviamente, desde el principio de la discusión generó una gran sospecha que el dictamen tuviese la dispensa de todos los trámites para su votación inmediata.
En ese momento el presidente de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados, el ex procurador mexiquense Humberto Benítez Treviño, falsamente argumentó haber incorporado las observaciones de las organizaciones sociales, mismas que habían alertado acerca de los graves riesgos que contenía dicha contrarreforma.
Esto a pesar de que Javier Sicilia, dirigente del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, había enviado una carta a la Cámara de Diputados en la cual señalaba claramente su desacuerdo con el dictamen y advertía que de aprobarse, se pondría “en peligro laya de por sí precaria dignidad humana de los ciudadanos”.
Este código permitiría cateos y detenciones sin orden judicial, legalizaría la tortura y cancelaría en los hechos el avance generado a partir del movimiento estudiantil de 1968.
Dicho movimiento incluía dentro de su pliego petitorio la derogación del artículo 145 bis del Código Penal de aquella época: el delito de disolución social, que era recurrentemente utilizado como uno de los principales mecanismos de represión.
El Código Federal de Proceso Penal Acusatorio no pasó en la LXI Legislatura. Me pregunto: ¿pasará en la LXII?
¿Se seguirá cimentando la conformación del Estado fascista y militarizado que quiere la derecha prianista para México?
¿Se regresará acaso a la época obscura del 68?
¿Será que la forma de relacionarse con el estudiantado será la que aplica el gobernador priísta en Michoacán?
El cambio que requiere México está en nuestras manos. No cabe duda, sólo el pueblo puede salvar al pueblo. Votemos por Andrés Manuel López Obrador para Presidente de la nueva República. Impidamos que el país se vaya al abismo.
Por Dip. Laura Itzel Castillo Juárez...
El pasado 26 de abril, diputados del PRD y PT decidimos tomar la tribuna como una medida extrema, con el objeto de impedir la aprobación del “moderno” Código Federal de Proceso Penal Acusatorio, a mi juicio, una reminicencia diazordacista.
Obviamente, desde el principio de la discusión generó una gran sospecha que el dictamen tuviese la dispensa de todos los trámites para su votación inmediata.
En ese momento el presidente de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados, el ex procurador mexiquense Humberto Benítez Treviño, falsamente argumentó haber incorporado las observaciones de las organizaciones sociales, mismas que habían alertado acerca de los graves riesgos que contenía dicha contrarreforma.
Esto a pesar de que Javier Sicilia, dirigente del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, había enviado una carta a la Cámara de Diputados en la cual señalaba claramente su desacuerdo con el dictamen y advertía que de aprobarse, se pondría “en peligro laya de por sí precaria dignidad humana de los ciudadanos”.
Este código permitiría cateos y detenciones sin orden judicial, legalizaría la tortura y cancelaría en los hechos el avance generado a partir del movimiento estudiantil de 1968.
Dicho movimiento incluía dentro de su pliego petitorio la derogación del artículo 145 bis del Código Penal de aquella época: el delito de disolución social, que era recurrentemente utilizado como uno de los principales mecanismos de represión.
El Código Federal de Proceso Penal Acusatorio no pasó en la LXI Legislatura. Me pregunto: ¿pasará en la LXII?
¿Se seguirá cimentando la conformación del Estado fascista y militarizado que quiere la derecha prianista para México?
¿Se regresará acaso a la época obscura del 68?
¿Será que la forma de relacionarse con el estudiantado será la que aplica el gobernador priísta en Michoacán?
El cambio que requiere México está en nuestras manos. No cabe duda, sólo el pueblo puede salvar al pueblo. Votemos por Andrés Manuel López Obrador para Presidente de la nueva República. Impidamos que el país se vaya al abismo.
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