Por Orlando Segura
Hervert…
El Secretario de Salud
en Veracruz, Pablo Anaya Rivera, arribó al hospital civil “Dr. Emilio Alcazar
Romo”, a su paso observó ineptitud, descuido y deterioro de una de las
instituciones que en el pasado reciente contaba con prestigio, atención y
buenos servicios. Sin embargo, a decir de varios pacientes, en la actualidad se
carece de todo, desde especialistas, hasta lo más elemental para salvar una
vida de aquellos que por la falta de recursos no pueden acudir a una clínica
particular.
El edificio presenta
fisuras, paredes carcomidas, plafones destruidos, aparatos oxidados, quirófanos
deficientes. Hubo un momento en que uno de los doctores, antes de que llegara
el funcionario estatal, le gritó a otro: “cierra esa chingadera, no vaya a
notar el desmadre”, en su interior había ropa y un enorme desorden en el
interior de ese cuarto.
El área recientemente
remodelada, a decir de varios galenos y de los periodistas, estaba para
“llorar”, diversos espacios sin pintura, sin esa “manita de gato” tan necesaria para
una mejor imagen del nosocomio.
El alcalde Alberto
Silva Ramos y Pablo Anaya, caminaban lentamente por cada uno de los edificios,
de repente se dirigieron hacia la dirección del hospital, en ese momento, uno
de los trabajadores expresó, ahorita que llegue al área administrativa, se
darán cuenta del desmadre del archivo, y efectivamente, infinidad de papeles estaban acumulados en un
extremo.
La historia del “Emilio
Alcazar”, data de 1891, en este proceso ha sido ampliado y remodelado, pero ya
cumplió su ciclo de vida, si a eso se le agrega la ineficaz labor de quienes
los dirigen, los males se multiplican y potencializan.
Anaya Rivera en un
principio se le veía molesto, no daba crédito a lo que estaba observando, pero
al final de la supervisión, manifestó la intención de construir otro, moderno y
de alto nivel…
Hace algunas semanas,
las quejas en contra del hospital por parte de los pacientes aumentaron. Lo que
quiere decir que no solo es la parte física la que está fallando, sino también
el recurso y elemento humano, no hay rumbo ni horizonte, lo dicho, es un
soberano desmadre.
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