Por Orlando Segura Hervert…
El esfuerzo de la iniciativa privada y de las fundaciones por dotar de huevo a la población, es insuficiente, toda vez que varias amas de casa, se quedaron si este artículo de primera necesidad en la pasada distribución que se hizo en diversas colonias populares. Pero además, no basta con una sola acción, porque la problemática continuará hasta el próximo año, según los pronósticos de la propia SAGARPA.
Conforme a lo programado, y de acuerdo a una entrevista realizada al primer edil porteño, Alberto Silva Ramos, dijo que durante el transcurso de la semana y en colaboración con el gobierno estatal, arribará un tráiler con más comestible de ese tipo, se fijarán medidas para tratar de dotar al mayor número de familias.
Y es que el asunto es grave, los productores están concentrados en Jalisco, en donde se produjo la gripe aviar, la reacción del gobierno federal para resolver y anticiparse a la crisis que se avecinaba, fue tardía. Además, los productores se quejan de que no hay una política alimentaria que fomente la productividad, la calidad en el campo mexicano, de tal manera que será hasta el próximo año cuando se logre reducir el costo de uno de los artículos alimenticios más socorridos por las familias mexicanas, veracruzanas y tuxpeñas.
¿A dónde vamos a llegar?, se pregunta doña Tranquilina Sánchez Hever, de la colonia El Esfuerzo, quien hace cuentas y asegura que el tan preciado huevo, sigue costando 40 pesos, en su caso, periódicamente compraban un kilogramo, pero desde que llego a dicho precio, han tenido que reducir la dieta y consecuentemente solo adquiere cada tres días, medio kilogramo, momentáneamente ha incorporado más frijoles y arroz en el platillo cotidiano. La señora hace cuentas y asegura que ir al mercado, comprar un kilogramo de carne de res, oscila entre los 100 pesos, el kilogramo de tortilla está en 14 pesos y el salario no aumenta, solo unos cuantos centavos y con eso, pues no alcanza. Si a todo lo anterior, se le suma el incremento constante en gasolina y diesel, la cosa no pinta nada bien, el panorama es gris y ya no sabe como estirar el dinero que le llevan sus hijos y su marido.
El esfuerzo de la iniciativa privada y de las fundaciones por dotar de huevo a la población, es insuficiente, toda vez que varias amas de casa, se quedaron si este artículo de primera necesidad en la pasada distribución que se hizo en diversas colonias populares. Pero además, no basta con una sola acción, porque la problemática continuará hasta el próximo año, según los pronósticos de la propia SAGARPA.
Conforme a lo programado, y de acuerdo a una entrevista realizada al primer edil porteño, Alberto Silva Ramos, dijo que durante el transcurso de la semana y en colaboración con el gobierno estatal, arribará un tráiler con más comestible de ese tipo, se fijarán medidas para tratar de dotar al mayor número de familias.
Y es que el asunto es grave, los productores están concentrados en Jalisco, en donde se produjo la gripe aviar, la reacción del gobierno federal para resolver y anticiparse a la crisis que se avecinaba, fue tardía. Además, los productores se quejan de que no hay una política alimentaria que fomente la productividad, la calidad en el campo mexicano, de tal manera que será hasta el próximo año cuando se logre reducir el costo de uno de los artículos alimenticios más socorridos por las familias mexicanas, veracruzanas y tuxpeñas.
¿A dónde vamos a llegar?, se pregunta doña Tranquilina Sánchez Hever, de la colonia El Esfuerzo, quien hace cuentas y asegura que el tan preciado huevo, sigue costando 40 pesos, en su caso, periódicamente compraban un kilogramo, pero desde que llego a dicho precio, han tenido que reducir la dieta y consecuentemente solo adquiere cada tres días, medio kilogramo, momentáneamente ha incorporado más frijoles y arroz en el platillo cotidiano. La señora hace cuentas y asegura que ir al mercado, comprar un kilogramo de carne de res, oscila entre los 100 pesos, el kilogramo de tortilla está en 14 pesos y el salario no aumenta, solo unos cuantos centavos y con eso, pues no alcanza. Si a todo lo anterior, se le suma el incremento constante en gasolina y diesel, la cosa no pinta nada bien, el panorama es gris y ya no sabe como estirar el dinero que le llevan sus hijos y su marido.
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