Luis Velázquez
I
Apenas Enrique Peña Nieto fue declarado presidente electo se ha multiplicado la esperanza para ocupar uno de los 51 mil cargos públicos y plazas que a partir de diciembre quedarán vacantes.
Además, las 46 delegaciones en cada una de las entidades federativas, entre ellas, Veracruz.
La cúpula de la familia priista ha iniciado el cabildeo para emplearse durante los próximos seis años.
En el caso del “estado ideal para soñar”, el pastel quedaría en los siguientes actores políticos:
Uno: el presidente de la República quien, desde luego, es mano y habrá de palomear, incluso vetar, a uno que otro aspirante a delegado.
Dos: el gobernador que de igual manera tendrá expectativas para sugerir nombres.
Tres: los secretarios del gabinete para designar a sus delegados en cada estado del país.
Cuatro: los líderes del Congreso de la Unión, Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón.
Cinco: los senadores José Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa.
Ellos serán los grandes electores.
Incluso quizá podría anotarse a “La gaviota”, quien como esposa del presidente, y en caso de tener un amigo, una amiga, artista, con ganas de entrar a la política, pudiera alborotarse con una delegación.
II
La lista de las delegaciones federales puede el lector encontrarlas si escribe en Google “Administración Pública Federal Centralizada” y “Administración Pública Federal Paraestatal, organismos descentralizados”.
De entrada, y como se entiende, hay un delegado por cada una de las 17 secretarías del gabinete federal.
Pero también por cada organismo descentralizado.
En ese orden quizá la delegación más conocida y polémica sea la secretaría de Desarrollo Social y el programa “Oportunidades”(dos titulares), pues manejan el más elevado presupuesto para el servicio social a los precaristas.
Pero además con mucho chanfle electoral de cara a los comicios, pues cada apoyo mensual a las familias limitadas se traduce, ni duda cabe, en un voto colectivo para el partido en el poder.
También estaría el delegado de la secretaría de Comunicaciones y Transportes, dado el alto presupuesto para la obra pública (carreteras y puentes, sobre todo) y en donde el tráfico de influencias puede imponerse para favorecer a compañías constructoras.
Todas las delegaciones federales, sin embargo, son importantes: a) Significan una buena chamba durante seis años y cada delegado se regodea con la clase gobernante local y nacional.
b) Incluyen un buen salario, más prestaciones sociales, económicas y médicas, y viáticos.
c) El juego político generado por cada delegación.
Felipe Calderón, por ejemplo, tuvo fama de manejar a los delegados federales en cada proceso electoral.
Y si algún desaliento tuvieron los priistas jarochos en el sexenio por terminar fue el gran activismo electoral de los delegados.
III
Hay, por ejemplo, dato insólito: un delegado del Servicio Postal mexicano, de Telecomunicaciones de México, del Centro Nacional de Fomento Educativo y de los Institutos Nacional de Migración y Estadística, Geografía e Informática.
Delegado federal de Banobras y Nacional Financiera.
De la Comisión Nacional para el Desarrollo de Pueblos Indígenas.
El Consejo Nacional de Ciencias y Tecnología.
Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores.
Del Seguro Social zonas norte y sur.
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.
Etcétera.
46 delegaciones en total.
Más aparte, claro, los comandantes de las zonas militares y navales de Veracruz, pero ahí, ni hablar, las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina tienen derecho de picaporte.
Pero en el resto, si usted es político priista, con relaciones en el alto mando, siga abriendo brecha.
IV
Las hipótesis son las siguientes: I.- ¿Cuántos delegados federales nombrará Peña Nieto en Veracruz, considerando que aquí perdió la elección presidencial?
II.- ¿Decidirá cada secretario del gabinete a sus delegados, con toda la confianza del presidente?
III.- ¿Cuántos delegados federales propondrá el gobernador y le serán aceptados y de qué nivel e importancia?
IV.- ¿Y cuántos Beltrones, Gamboa Patrón y los senadores priistas?
V.- ¿O el pastel será repartido solo por la cúpula peñista?
Sexta. ¿Y si el presidente se queda con todo el pastel? ¿Y si aceptara, digamos, una recomendación de Televisa y/o TV Azteca, algún magnate, el cardenal Norberto Rivera, etcétera?
Doce años después de ser expulsada de Los Pinos, la cúpula priista quiere pasar a romper la piñata.
Lo dijo Pau, la hija de Peña Nieto, a una amiga vía twitter en Croacia: “mis amigos no me creen que mi papá será el hombre más poderoso de México”.
En tanto, una hija de “La gaviota” Angélica Rivera, Sofía Castro, ha anunciado que se lanzará como actriz, y bueno, ninguna duda habrá de que tanto Televisa como TV Azteca pelearán por su debut.
“El país de un solo hombre” que dijera Enrique González Casanova, exgobernador de Tabasco, a propósito de su libro sobre Antonio López de Santa Ana.
POSDATA: Más información en elblog.expediente.mx
I
Apenas Enrique Peña Nieto fue declarado presidente electo se ha multiplicado la esperanza para ocupar uno de los 51 mil cargos públicos y plazas que a partir de diciembre quedarán vacantes.
Además, las 46 delegaciones en cada una de las entidades federativas, entre ellas, Veracruz.
La cúpula de la familia priista ha iniciado el cabildeo para emplearse durante los próximos seis años.
En el caso del “estado ideal para soñar”, el pastel quedaría en los siguientes actores políticos:
Uno: el presidente de la República quien, desde luego, es mano y habrá de palomear, incluso vetar, a uno que otro aspirante a delegado.
Dos: el gobernador que de igual manera tendrá expectativas para sugerir nombres.
Tres: los secretarios del gabinete para designar a sus delegados en cada estado del país.
Cuatro: los líderes del Congreso de la Unión, Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón.
Cinco: los senadores José Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa.
Ellos serán los grandes electores.
Incluso quizá podría anotarse a “La gaviota”, quien como esposa del presidente, y en caso de tener un amigo, una amiga, artista, con ganas de entrar a la política, pudiera alborotarse con una delegación.
II
La lista de las delegaciones federales puede el lector encontrarlas si escribe en Google “Administración Pública Federal Centralizada” y “Administración Pública Federal Paraestatal, organismos descentralizados”.
De entrada, y como se entiende, hay un delegado por cada una de las 17 secretarías del gabinete federal.
Pero también por cada organismo descentralizado.
En ese orden quizá la delegación más conocida y polémica sea la secretaría de Desarrollo Social y el programa “Oportunidades”(dos titulares), pues manejan el más elevado presupuesto para el servicio social a los precaristas.
Pero además con mucho chanfle electoral de cara a los comicios, pues cada apoyo mensual a las familias limitadas se traduce, ni duda cabe, en un voto colectivo para el partido en el poder.
También estaría el delegado de la secretaría de Comunicaciones y Transportes, dado el alto presupuesto para la obra pública (carreteras y puentes, sobre todo) y en donde el tráfico de influencias puede imponerse para favorecer a compañías constructoras.
Todas las delegaciones federales, sin embargo, son importantes: a) Significan una buena chamba durante seis años y cada delegado se regodea con la clase gobernante local y nacional.
b) Incluyen un buen salario, más prestaciones sociales, económicas y médicas, y viáticos.
c) El juego político generado por cada delegación.
Felipe Calderón, por ejemplo, tuvo fama de manejar a los delegados federales en cada proceso electoral.
Y si algún desaliento tuvieron los priistas jarochos en el sexenio por terminar fue el gran activismo electoral de los delegados.
III
Hay, por ejemplo, dato insólito: un delegado del Servicio Postal mexicano, de Telecomunicaciones de México, del Centro Nacional de Fomento Educativo y de los Institutos Nacional de Migración y Estadística, Geografía e Informática.
Delegado federal de Banobras y Nacional Financiera.
De la Comisión Nacional para el Desarrollo de Pueblos Indígenas.
El Consejo Nacional de Ciencias y Tecnología.
Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores.
Del Seguro Social zonas norte y sur.
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.
Etcétera.
46 delegaciones en total.
Más aparte, claro, los comandantes de las zonas militares y navales de Veracruz, pero ahí, ni hablar, las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina tienen derecho de picaporte.
Pero en el resto, si usted es político priista, con relaciones en el alto mando, siga abriendo brecha.
IV
Las hipótesis son las siguientes: I.- ¿Cuántos delegados federales nombrará Peña Nieto en Veracruz, considerando que aquí perdió la elección presidencial?
II.- ¿Decidirá cada secretario del gabinete a sus delegados, con toda la confianza del presidente?
III.- ¿Cuántos delegados federales propondrá el gobernador y le serán aceptados y de qué nivel e importancia?
IV.- ¿Y cuántos Beltrones, Gamboa Patrón y los senadores priistas?
V.- ¿O el pastel será repartido solo por la cúpula peñista?
Sexta. ¿Y si el presidente se queda con todo el pastel? ¿Y si aceptara, digamos, una recomendación de Televisa y/o TV Azteca, algún magnate, el cardenal Norberto Rivera, etcétera?
Doce años después de ser expulsada de Los Pinos, la cúpula priista quiere pasar a romper la piñata.
Lo dijo Pau, la hija de Peña Nieto, a una amiga vía twitter en Croacia: “mis amigos no me creen que mi papá será el hombre más poderoso de México”.
En tanto, una hija de “La gaviota” Angélica Rivera, Sofía Castro, ha anunciado que se lanzará como actriz, y bueno, ninguna duda habrá de que tanto Televisa como TV Azteca pelearán por su debut.
“El país de un solo hombre” que dijera Enrique González Casanova, exgobernador de Tabasco, a propósito de su libro sobre Antonio López de Santa Ana.
POSDATA: Más información en elblog.expediente.mx
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