Por Orlando Segura Hervert…
A las 6 de la mañana de éste lunes, falleció el Cronista vitalicio de la ciudad, Obed Zamora Sánchez, diversas complicaciones de salud, problemas renales, diabetes y un paro cardiaco, terminaron con la vida de quien se desempeño en el cargo encomendado desde 1992, cuando comenzó a estructurar un enorme archivo en donde están resguardadas las historias, anécdotas, pasajes, episodios de Tuxpan.
La última aparición pública la efectuó el pasado 28 de julio del año en curso, ahí presentó el libro: “Tuxpan las crónicas de su ciudad y puerto”, narró algunos párrafos, sonrió con quienes lo escucharon con atención, departió comentario relacionados con el municipio porteño, la gente se enteró de sucesos chuscos que le ha tocado vivir a la sociedad. En esa ocasión, estuvo acompañado de su esposa e hijos, así como del escritor Leonardo Zaleta Juárez, quien además acudió como cronista de Poza Rica de Hidalgo Veracruz.
En aquella tarde noche, dijo sentirse cansado, pero lo llenó de vitalidad y energía, el ver a los amigos, expresidentes municipales, funcionarios de los tres niveles de gobierno, líderes sociales, amas de casa, quienes viajaron por la cotidianidad pasada y presente de este punto geográfico en donde han coexistido grandes hombres originarios de éstas tierras norveracruzana.
Nació el 10 de marzo de 1934, fue catalogado como un “amante de Tuxpan”, siempre la defendió en cada espacio, foro y tribuna en donde se hablaba y discutía, ahí resaltaba la belleza de los atractivos naturales y lo pintoresco de los edificios, calles, cerros, ríos, lagunas.
“La sal de la vida” fue el artículo que todavía pudo redactar con el apoyo de Gabriela.
En su último puesto público, ocupó el cargo de Director de Educación y Cultura en la actual administración municipal presidida por el alcalde Alberto Silva Ramos.
De acuerdo con quienes tuvieron la oportunidad de conocerlo muy de cerca, afirman que abrazó con pasión el periodismo cultural desde hace 5 décadas, en aquellas fechas se le despertó el interés por adentrarse en los recónditos espacios de la memoria colectiva.
Le sobreviven su esposa Silvia Escudero de Zamora, sus descendientes: Obed, Mónica, Brianda, Gabriela y Rodrigo Zamora Escudero.
Los restos serán depositados éste martes en el Panteón Jardín…¡Descanse en Paz!...
A las 6 de la mañana de éste lunes, falleció el Cronista vitalicio de la ciudad, Obed Zamora Sánchez, diversas complicaciones de salud, problemas renales, diabetes y un paro cardiaco, terminaron con la vida de quien se desempeño en el cargo encomendado desde 1992, cuando comenzó a estructurar un enorme archivo en donde están resguardadas las historias, anécdotas, pasajes, episodios de Tuxpan.
La última aparición pública la efectuó el pasado 28 de julio del año en curso, ahí presentó el libro: “Tuxpan las crónicas de su ciudad y puerto”, narró algunos párrafos, sonrió con quienes lo escucharon con atención, departió comentario relacionados con el municipio porteño, la gente se enteró de sucesos chuscos que le ha tocado vivir a la sociedad. En esa ocasión, estuvo acompañado de su esposa e hijos, así como del escritor Leonardo Zaleta Juárez, quien además acudió como cronista de Poza Rica de Hidalgo Veracruz.
En aquella tarde noche, dijo sentirse cansado, pero lo llenó de vitalidad y energía, el ver a los amigos, expresidentes municipales, funcionarios de los tres niveles de gobierno, líderes sociales, amas de casa, quienes viajaron por la cotidianidad pasada y presente de este punto geográfico en donde han coexistido grandes hombres originarios de éstas tierras norveracruzana.
Nació el 10 de marzo de 1934, fue catalogado como un “amante de Tuxpan”, siempre la defendió en cada espacio, foro y tribuna en donde se hablaba y discutía, ahí resaltaba la belleza de los atractivos naturales y lo pintoresco de los edificios, calles, cerros, ríos, lagunas.
“La sal de la vida” fue el artículo que todavía pudo redactar con el apoyo de Gabriela.
En su último puesto público, ocupó el cargo de Director de Educación y Cultura en la actual administración municipal presidida por el alcalde Alberto Silva Ramos.
De acuerdo con quienes tuvieron la oportunidad de conocerlo muy de cerca, afirman que abrazó con pasión el periodismo cultural desde hace 5 décadas, en aquellas fechas se le despertó el interés por adentrarse en los recónditos espacios de la memoria colectiva.
Le sobreviven su esposa Silvia Escudero de Zamora, sus descendientes: Obed, Mónica, Brianda, Gabriela y Rodrigo Zamora Escudero.
Los restos serán depositados éste martes en el Panteón Jardín…¡Descanse en Paz!...
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