viernes, 2 de noviembre de 2012

Morena y las extrañas alianzas que provoca: PT-PRI y Ebrard-PRD-Cué-PAN…


Federico Arreola
@FedericoArreola

En Oaxaca, en 2010, el Partido del Trabajo participó en la alianza (con el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, antes Convergencia) para derrotar al PRI.


Sí, en 2010 el PT contribuyó en el proyecto de hacer gobernador a Gabino Cué para sacar al PRI de Oaxaca.


Pero, seis años antes, aliado al PRI y al Partido Verde, el PT fue fundamental para que perdiera el mismo Cué (postulado por el PAN, el PRD y Convergencia) y ganara Ulises Ruiz.

Así de sólidos son los principios del PT. El pensamiento de su dirigente, Alberto Anaya, es absolutamente marxista en este tema: “Si no te gustan mis principios, tengo otros”, es la expresión de Groucho Marx que 20 veces se repite a sí mismo el señor Anaya antes de cada negociación política.

Hoy, los líderes del PT dicen que no pueden hacer un frente común en el Senado con el PRD, Movimiento Ciudadano y el PAN ya que no confían en los panistas.

Pero ya vimos que en 2010, en Oaxaca, los petistas se aliaron con el PAN. Tal como lo habían hecho en Nayarit en 1999, cuando la alianza PAN-PRD-PT-Convergencia derrotó al PRI.

Cuando al PT le conviene acepta ir de la mano con el PAN… o con el PRI… o solo con la izquierda.

El PT, en Nuevo León, normalmente apoya al PRI. Como en Chihuahua, donde en alianza con el PRI, el PVEM y el PANAL, el Partido del Trabajo puso su granito de arena para derrotar al PAN.

En 2000, en Chiapas, el PT también participó en una gran alianza, en la que participó el PAN, para derrotar al PRI.

Que ahora el PT nada quiera saber del PAN no es un asunto de principios, sino de cálculo político.

Nadie deberá sorprenderse si el PT apoya de nuevo al PRI, al principio en el Senado y en la Cámara de Diputados.

En los últimos años, solo el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador impidió que el PT se entregara abiertamente al PRI (en Nuevo León, en 2009, Andrés Manuel públicamente echó abajo la alianza PT-PRI para apoyar la candidatura de Rodrigo Medina).

Como el PT no tiene fuerza, siempre ha necesitado de la ayuda de políticos mayores para conservar el registro.

El PT nació en 1990, en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, gracias a la amistad entre el entonces presidente de la República y Alberto Anaya.

En las primeras elecciones en las que el PT participó, las federales de 1991, no alcanzó el 1.5% de los votos, por lo que debió haber perdido su registro.

El PT se valió EN 1992 de un truco legal (asambleas en 20 estados) para que el IFE, en ese tiempo dominado por Salinas, le entregara su registro definitivo.

En las últimas elecciones presidenciales, apoyando a López Obrador el PT ha obtenido sus mayores votaciones.

Pero Andrés Manuel, harto de que lo padroteen los partidos de izquierda (el PT, el PRD y Movimiento Ciudadano) ha decidido crear su propio partido político, que quizá se llamará Morena.

Si Morena tiene éxito, y no dudo que lo tendrá (no debe batallar gran cosa para contar con más votos que el PRD, el PT y Movimiento Ciudadano), desplazará al PRD como el principal partido de izquierda y podría condenar a la extinción al PT y a Movimiento Ciudadano.

Por eso el PT se acerca al PRI. Lo hace por la vía de rechazar el frente PAN-PRD-Movimiento Ciudadano en el Senado que se ha integrado para oponerse al priismo.

Como será difícil para el PT contar con la popularidad de López Obrador en las próximas elecciones (si AMLO es sensato no permitirá que Morena participe en alianzas con el PT, el PRD y Movimiento Ciudadano), busca refugio en el PRI.

Por cierto, el PRD también se prepara para la competencia que representará Morena.

Si el PT, para disminuir el efecto dañino que significará el surgimiento del partido político Morena se empieza a acercar al PRI, el PRD refuerza sus relaciones con el PAN.

Conscientes los líderes del PRD (especialmente Marcelo Ebrard, Miguel Ángel Macera, Manuel Camacho, Gabino Cué, Jesús Ortega y Jesús Zambrano) de que Morena les quitará muchísimos votos y de que el PAN, que conservará su base electoral, no cuenta con figuras relevantes, preparan ya la gran alianza PAN-PRD para las elecciones federales intermedias de 2015 y para las presidenciales de 2018.

Ebrard, por el momento, es el gerente del proyecto que busca enfrentar al PRI en 2015 y 2018 con la alianza PAN-PRD.


Por eso, Marcelo Ebrard sacó a Felipe Calderón de lo oscurito y lo paseó en el metro.

Por eso, Ebrard, reconocido aliancista (se le frustró la alianza PAN-PRD en el Estado de México por la oposición de López Obrador) afirma que será líder del PRD en 2013.

Por eso, Mancera, que no milita en ningún partido y que, por lo mismo, puede ser aceptado como candidato por cualquiera de los partidos políticos existentes, se junta con políticos de todos los colores y sabores.

Por eso, ha trascendido, Gabino Cué, que más bien milita en Movimiento Ciudadano, sin rechazar el liderazgo de López Obrador está trabajando para ser bien visto por el panismo nacional.

Por eso Camacho y los Chuchos (Ortega y Zambrano) están felices de que la izquierda (o lo que ellos piensan que es la izquierda) al fin se haya deslindado del radicalismo de López Obrador para transitar por las vías institucionales que tanto la acercan al PAN.

¿Y el PRI? Observa, analiza, construye escenarios.

Los que gobernarán con Peña Nieto (Luis Videgaray, Miguel Ángel Osorio Chong, Jesús Murillo Karam, Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa) deben ya estar dando espacio en sus agendas no solo a los proyectos de gobierno, sino al diseño de estrategias políticas que les lleven, primero, a un buen resultado electoral en 2015 y a conservar el poder en 2018.

En realidad, las cosas, como se están presentando, no son tan malas para el PRI.

Lo que el PT hace (alejarse del PAN y del PRD) es música para los oídos priistas.

Lo que Ebrard, Mancera, Cué y los chuchos hacen (acercarse al PAN y, por lo tanto, alejarse de Morena), en la medida en que divide a la izquierda, es música para los oídos priistas.

Lo único que seguramente preocupa al PRI es el avance de Morena. Si Andrés Manuel otra vez genera un poderoso movimiento político, será el rival de los priistas en 2015 y 2018, lo que dejará al PRD y al PAN en muy malas condiciones.

¿Podrá Andrés Manuel? Creo que sí. Sin duda, su movimiento lo primero que hará será arrasar con el PRD, sobre todo si este insiste en juntarse con el PAN. Despues de eso, ya se verá.

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