"Desde la manera en que fabricamos nuestros productos, hasta la manera en que se maneja nuestra compañía, estamos comprometidos con el medio ambiente. Los consumidores esperan eso de nosotros, los empleados lo exigen y el planeta lo necesita".
Esta respetable declaración se le atribuye ni más ni menos que a Chip de Bergh, Presidente y Director Ejecutivo de Levi’s Strauss & Co., el productor de los famosísimos pantalones de mezclilla.
No dudamos de las buenas intenciones de sus palabras, pero la realidad es muy diferente: gran parte de las marcas de moda más famosas del mundo -como la mismísima Levi's-, se encuentran involucradas en el uso y mal manejo de sustancias químicas peligrosas, que están contaminando los ríos de México.
El último informe de Greenpeace, Hilos Tóxicos: Al desnudo expone los resultados obtenidos al analizar diferentes muestras de agua tomadas de las tuberías de descarga de dos maquiladoras que fabrican para Levi's: Lavamex y Kaltex. Los análisis de ambas, demostraron que dichas fábricas están vertiendo un conjunto de sustancias tóxicas peligrosas a los ríos mexicanos.
En las inmediaciones de una de las instalaciones se encontró nonilfenol, una sustancia química utilizada en la industria manufacturera textil, que ya ha sido prohibida en muchos países. Se trata de un producto altamente persistente capaz de acumularse en la cadena alimenticia hasta llegar a nosotros, y que puede actuar como disruptor hormonal. Por lo general, se concentra en el tejido del pescado, pero recientemente se ha encontrado también en el tejido humano.
Lavamex, una de las industrias analizadas, se dedica casi exclusivamente a la mezclilla y tiene fama a nivel local por contaminar. Su gran tubería de desechos funciona las 24 horas del día, todos los días del año. Aunque la fábrica utiliza una planta de tratamiento de aguas residuales, algunos tóxicos que se desechan son persistentes a este proceso, tal como lo demuestran los análisis.
¿Cómo puede una empresa como Levi 's, que ha presumido públicamente su protección al medio ambiente, estar directamente vinculada con la contaminación de una forma tan descarada?
Tristemente todo tiene una explicación. En México, tanto la industria maquiladora como el Gobierno, mantienen el manejo de los productos tóxicos en secreto. En la actualidad, la industria no tiene que rendir cuentas públicamente respecto a las sustancias que utiliza en su producción. La información sobre la gestión industrial, que muchas veces es investigada por las propias autoridades, se considera confidencial. Cualquier persona que quiera acceder a estos datos se perderá en una frustrante maraña burocrática. Mientras tanto, las tuberías de deshecho siguen trabajando día y noche, contaminando los ríos de México.
Los conflictos entre las comunidades locales y fábricas como Lavamex y Kaltex, no son nuevos, pero la contaminación continúa. Incluso en alguna ocasión, un representante del Congreso mexicano propuso una investigación de la contaminación industrial a partir del caso de Kaltex, en San Juan del Río. Sin embargo, más allá de la contaminación alarmante que él describió, su propuesta no trascendió. El funcionario llegó a la conclusión de que "estas compañías se han convertido en empresas intocables, a pesar del riesgo que implican para el medio ambiente".
México es uno de los productores de mezclilla más grandes del mundo y la industria textil ocupa el cuarto lugar en nuestro país. A pesar de que las exportaciones mexicanas comenzaron a disminuir con la competencia de China desde el año 2010, la cuota de mercado se ha multiplicado, impulsada en gran medida por la proximidad que tenemos con Estados Unidos. Por otro lado, también ha aumentado la demanda de "fast fashion", un modelo de gestión en las empresas de la moda, que responde -de forma rápida y eficaz- ante el cambio de tendencias, el cual lleva a las empresas a ser capaces de producir ocho o más colecciones en sólo un año. Esto implica que conforme la ropa es fabricada con más velocidad, se genera cada vez mayor contaminación por tóxicos peligrosos en los ríos del mundo.
De hecho, cuando tomamos muestras de los pantalones y las playeras de Levi's, encontramos rastros de estas sustancias químicas peligrosas en siete de las once prendas analizadas. Esto quiere decir que, además de contaminar los ríos mexicanos donde son desechados los tóxicos, estos químicos peligrosos pueden contaminar el agua de cualquier lugar del mundo, sólo con meter la prenda en la lavadora.
Esta respetable declaración se le atribuye ni más ni menos que a Chip de Bergh, Presidente y Director Ejecutivo de Levi’s Strauss & Co., el productor de los famosísimos pantalones de mezclilla.
No dudamos de las buenas intenciones de sus palabras, pero la realidad es muy diferente: gran parte de las marcas de moda más famosas del mundo -como la mismísima Levi's-, se encuentran involucradas en el uso y mal manejo de sustancias químicas peligrosas, que están contaminando los ríos de México.
El último informe de Greenpeace, Hilos Tóxicos: Al desnudo expone los resultados obtenidos al analizar diferentes muestras de agua tomadas de las tuberías de descarga de dos maquiladoras que fabrican para Levi's: Lavamex y Kaltex. Los análisis de ambas, demostraron que dichas fábricas están vertiendo un conjunto de sustancias tóxicas peligrosas a los ríos mexicanos.
En las inmediaciones de una de las instalaciones se encontró nonilfenol, una sustancia química utilizada en la industria manufacturera textil, que ya ha sido prohibida en muchos países. Se trata de un producto altamente persistente capaz de acumularse en la cadena alimenticia hasta llegar a nosotros, y que puede actuar como disruptor hormonal. Por lo general, se concentra en el tejido del pescado, pero recientemente se ha encontrado también en el tejido humano.
Lavamex, una de las industrias analizadas, se dedica casi exclusivamente a la mezclilla y tiene fama a nivel local por contaminar. Su gran tubería de desechos funciona las 24 horas del día, todos los días del año. Aunque la fábrica utiliza una planta de tratamiento de aguas residuales, algunos tóxicos que se desechan son persistentes a este proceso, tal como lo demuestran los análisis.
¿Cómo puede una empresa como Levi 's, que ha presumido públicamente su protección al medio ambiente, estar directamente vinculada con la contaminación de una forma tan descarada?
Tristemente todo tiene una explicación. En México, tanto la industria maquiladora como el Gobierno, mantienen el manejo de los productos tóxicos en secreto. En la actualidad, la industria no tiene que rendir cuentas públicamente respecto a las sustancias que utiliza en su producción. La información sobre la gestión industrial, que muchas veces es investigada por las propias autoridades, se considera confidencial. Cualquier persona que quiera acceder a estos datos se perderá en una frustrante maraña burocrática. Mientras tanto, las tuberías de deshecho siguen trabajando día y noche, contaminando los ríos de México.
Los conflictos entre las comunidades locales y fábricas como Lavamex y Kaltex, no son nuevos, pero la contaminación continúa. Incluso en alguna ocasión, un representante del Congreso mexicano propuso una investigación de la contaminación industrial a partir del caso de Kaltex, en San Juan del Río. Sin embargo, más allá de la contaminación alarmante que él describió, su propuesta no trascendió. El funcionario llegó a la conclusión de que "estas compañías se han convertido en empresas intocables, a pesar del riesgo que implican para el medio ambiente".
México es uno de los productores de mezclilla más grandes del mundo y la industria textil ocupa el cuarto lugar en nuestro país. A pesar de que las exportaciones mexicanas comenzaron a disminuir con la competencia de China desde el año 2010, la cuota de mercado se ha multiplicado, impulsada en gran medida por la proximidad que tenemos con Estados Unidos. Por otro lado, también ha aumentado la demanda de "fast fashion", un modelo de gestión en las empresas de la moda, que responde -de forma rápida y eficaz- ante el cambio de tendencias, el cual lleva a las empresas a ser capaces de producir ocho o más colecciones en sólo un año. Esto implica que conforme la ropa es fabricada con más velocidad, se genera cada vez mayor contaminación por tóxicos peligrosos en los ríos del mundo.
De hecho, cuando tomamos muestras de los pantalones y las playeras de Levi's, encontramos rastros de estas sustancias químicas peligrosas en siete de las once prendas analizadas. Esto quiere decir que, además de contaminar los ríos mexicanos donde son desechados los tóxicos, estos químicos peligrosos pueden contaminar el agua de cualquier lugar del mundo, sólo con meter la prenda en la lavadora.
Fuente: Greenpeace...


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